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Beneficiarios de viviendas protegidas las pierden por falta de hipotecas

Una promoción de 220 pisos en Poblenou, casi vacía al renunciar los ganadores

Blanca Cia

Prácticamente cuatro de cada 10 adjudicatarios de una promoción de 220 pisos de precio concertado de la calle del Pallars de Barcelona se han visto obligados a renunciar al piso que les había tocado en suerte porque el banco no les ha concedido las hipotecas pactadas. Muchos de ellos ya habían firmado un precontrato con la promotora Espais y hasta habían tomado medidas de las viviendas. "Los sábados vienen muchos a ver los pisos que les han tocado, pero vivir, viven pocos", explicaba un trabajador de la promoción.

Son cinco bloques que se alzan en el triángulo formado entre la Diagonal y las calles del Pallars, Provençals y Fluvià, en el corazón de las nuevas áreas de Sant Martí. Meses después de haberse terminado la promoción, siguen casi vacíos. "Se han instalado unos 16 o 17 contadores de luz, no más", apuntaba un operario. Es decir, por ahora sólo viven esas familias, algo que salta a la vista porque no se ve ni un alma: ventanas y persianas están cerradas a cal y canto. "Se están escriturando", afirmó un portavoz de la promotora, que no quiso aclarar cuántos.

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Esa promoción pone en evidencia que la crisis estrangula también el mercado de la vivienda protegida concertada, un tipo intermedio entre la de protección social y el mercado libre que se creó, precisamente, para facilitar el acceso a la vivienda a quienes no pueden optar a la pública porque sus ingresos son superiores al máximo requerido pero tampoco llegan a afrontar los precios del mercado libre.

El coste para el comprador de la concertada se sitúa en torno al 70% del precio de mercado -unos 200.000 euros de media- y pueden optar a ella quienes tengan una renta que no supere 6,5 veces el IPREM (salario mínimo). El panorama no ha mejorado después de que las 10 cajas catalanas y media docena de bancos firmaran el pasado mes de julio un convenio con la Generalitat al que se le quiso dar la máxima solemnidad con la asistencia del presidente, José Montilla. Las entidades se comprometieron a destinar 12.000 millones de euros con financiación preferente para dar confianza al sector y a los ciudadanos.

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Como dice el refrán, del dicho al hecho va mucho trecho. El Departamento de Medio Ambiente y Vivienda reconoció a este periódico que el pacto no se cumple. "Hay entidades que está denegando las hipotecas pese a que los adjudicatarios cumplen los requisitos", señalaron fuentes de ese departamento. No quisieron, en cambio, precisar cuántas promociones pueden estar en la misma situación que la de la calle del Pallars y qué entidades están denegando los préstamos. La secretaria de Vivienda, Carme Trilla, ha pedido explicaciones a algunas de las entidades que suscribieron el pacto. Los bancos se comprometieron a financiar hasta el 80% del valor del pisos a tipo fijo (5,7% o 5,8%) y a largo plazo (30 o 40 años). El 20% del coste restante se financiaría a tipo variable con préstamos a 10 o 20 años a un interés de salida del 6,6%.

Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona -que realizó el sorteo de esa promoción junto con otras de alquiler social en 2007- tienen constancia de que el 36% de los adjudicatarios de los pisos de la promoción de la calle del Pallars han acabado renunciando a ellos por problemas económicos. Es decir, les deniegan los préstamos. "A la mayoría se les exige el 20% de entrada y no se les concede el crédito puente que establecía el convenio", puntualizó un portavoz municipal. Los responsables de una oficina de Caixa de Catalunya -entidad titular de la hipoteca con Espais y que tiene que subrogarla- atribuían las denegaciones de los préstamos a que "las circunstancias han cambiado".

Vivendas de la calle del Pallars que esperan a sus futuros propietarios.
Vivendas de la calle del Pallars que esperan a sus futuros propietarios.MARCEL·LÍ SÀENZ

Un largo proceso

El último sorteo de viviendas del Ayuntamiento de Barcelona se hizo en febrero de 2007 y de las 25 promociones se han entregado 18. Todas menos una -la de la calle del Pallars- eran de pisos de alquiler social.

Cuando se trata de precio concertado, el proceso administrativo es tan largo que hasta llega a Madrid. En el sorteo sólo entran los que cumplen lo requisitos de renta familiar marcados: un límite de 6,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM). Para hacerse una idea, en 2008 serían unos ingresos como máximo de 47.000 euros.

Los afortunados en el sorteo suscriben un precontrato con la promotora que recibe el visto bueno del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda. Éste envía todo el expediente a la entidad bancaria para subrogar la hipoteca de la promotora al comprador. Y es precisamente en ese punto donde, en el caso de la promoción del Poblenou, se han estrellado las ilusiones de muchos de los afortunados en el sorteo porque no han llegado a ocupar los pisos que escogieron sobre plano. En no pocos casos se han enfrentado con sucesivas negativas de bancos.

Una vez que renuncian, el proceso vuelve a empezar con el siguiente en la lista de los agraciados en el sorteo. Y si todo acaba bien, la compra del piso en cuestión se registra, por último, en el Ministerio de Vivienda.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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