Cambio de comarca a mano alzada
Torà decide hoy en asamblea si deja la Segarra para pasar al Solsonès
Los vecinos de Torà decidirán hoy a mano alzada si quieren continuar perteneciendo a la comarca de la Segarra o si, por el contrario, son partidarios de incorporarse a la del Solsonès. Entre el vecindario reina un sentimiento ampliamente favorable a cambiar de comarca porque se cree que supondrá más ventajas que inconvenientes.
El alcalde, Domènec Oliva, de CiU, explica que la reunión de hoy servirá para saber si los vecinos quieren continuar como están o pasarse al Solsonès, lo que supondría formar parte de la futura veguería de la Catalunya Central. Si gana la segunda opción, el Consistorio acordará en el pleno de mañana iniciar el expediente de segregación y solicitará al Consejo Comarcal del Solsonès que acepte al municipio. Después lo comunicará al Departamento de Gobernación y convocará un referéndum para conseguir el apoyo de la mitad más uno de los vecinos censados.
El alcalde y la mayoría de los vecinos están convencidos de que el cambio les beneficiaría porque pasarían a formar parte de una comarca de montaña, con lo que podrían acceder a más ayudas de las distintas administraciones para explotaciones agrarias y ganaderas, para el mantenimiento de sus 60 kilómetros de carreteras locales y para proyectos de abastecimiento de agua a las masías.
Torà, de 1.367 habitantes, está situado a caballo de las comarcas de la Segarra, el Solsonès y la Anoia, pero históricamente la población ha tenido mayor afinidad con Solsona, Manresa e Igualada que con Cervera, su capital comarcal, y Lleida. Buena parte de los servicios los reciben de la zona a la que desean pertenecer administrativamente. "A Lleida sólo vamos los políticos", señala Oliva. Los vecinos de Torà se desplazan a Solsona, Calaf, Igualada y Manresa -situadas en un radio de 45 kilómetros- por asuntos judiciales, sanitarios, comerciales, de educación y de ocio. "La distancia es determinante. A nadie se le ocurre ir a Lleida para ir al cine o comprar en el Carrefour", explica Lourdes Cerveró detrás del mostrador de la panadería Argerich.
