Carmen Thyssen amaga con llevarse sus obras del MNAC
La baronesa desmiente que negocie para vender su colección al Estado
Carmen Thyssen nunca ha ocultado su insatisfacción con la instalación de las obras de su colección depositadas desde 2004 en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). En 2011 vence el convenio con la Generalitat y la coleccionista está decidida a llevarse sus obras si el museo no las expone "todas y en mejores condiciones".
Thyssen reveló que ha empezado a escribir sus memorias
"Para que se muestren amontonadas o las dejen en los almacenes prefiero exhibirlas en Sant Feliu", afirmó Carmen Thyssen, durante una cena-coloquio, organizada por el Círculo Ecuestre de Barcelona. Invitada para hablar de su colección, la baronesa afirmó que posee la mejor y más amplia selección de pintura catalana del siglo XIX y que el MNAC depende de su préstamo para llenar sus lagunas. Fuentes del museo aseguraron que sólo tres, de las 27 obras que forman parte del convenio, no están expuestas de forma permanente, porque se suelen sacar cuando se presta alguna de las otras 24. La misma fuente añadió que la directora del MNAC, Maria Teresa Ocaña, no valorará las palabras de la baronesa, ya que nunca recibió ninguna queja o requerimiento formal por su parte.
Thyssen confirmó que las obras catalanas irán al nuevo museo ubicado en el monasterio de Sant Feliu de Guíxols, la localidad gerundense donde falleció el barón Hans Heinrich en 2002, y que las instituciones ya se están acondicionando para que se pueda inaugurar previsiblemente dentro de dos años. La baronesa, que posee un millar de obras, de las que más de 300 son de arte catalán, desmintió que esté negociando la venta de la selección internacional de su colección, actualmente en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, ante la renovación del acuerdo que vence también en 2011.
"Tengo hijos, así que no pienso vender mis obras. He hecho todo lo posible para que las obras de mi marido y mías quedaran en España, hemos renunciado a mucho, ahora hay que plantearse otras fórmulas", aseguró, dejando entrever la posibilidad de alquilar las obras, que hasta ahora ha prestado gratuitamente.
La noticia de sus negociaciones con el Estado español fue publicada en la revista The Art Newspaper por David Litchfield, autor del polémico libro El arte macabro de los Thyssen, en el que se destapan las relaciones entre los nazis y el fundador de la colección, el abuelo del barón. Según Litchfield, sólo una pequeña parte de la colección de Carmen -que posee entre otros, nueve gauguin, incluido el célebre Mata Mua, cuatro esculturas de Rodin y el único picasso fauvista- está formada por obras maestras, mientras que muchas son obras de segunda fila. El crítico afirma que la baronesa está convirtiendo su colección en una franquicia, ya que pronto tendrá un tercer museo en el Palacio de Villalón de Málaga.
Carmen Cervera destacó sus buenas relaciones con Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, con la que colaborará en el proyecto del Centro Internacional de las Artes de Nuevo Baztán, una localidad a 40 kilómetros de Madrid. Thyssen reveló que ha empezado a escribir sus memorias, en las que hablará de su vida y su amor al arte. "Ahora se llama arte a cualquier cosa. No me gustan las obras que transmiten mensajes raros, me gusta el arte limpio, bonito y pulcro".
