Cerrados dos museos de la batalla del Ebro recién inaugurados
La red de museos diseñada por la Generalitat para explicar la batalla del Ebro se resquebraja nueve meses después de inaugurarse. Esta infraestructura museística, gestionada por el organismo público Consorcio Memorial de los Espacios de la Batalla del Ebro (Comebe), se completó el pasado marzo con sendos centros en cinco localidades de la Terra Alta. Nueve meses después, la red se ha quedado sin dos museos que los historiadores consideran básicos. Son los ubicados en la Fatarella y Vilalba dels Arcs, ahora cerrados por los respectivos Ayuntamientos por falta de recursos. La Generalitat no ha concretado aún la fórmula para contratar a un responsable de los centros y los Consistorios se han negado a sufragar los gastos, 1.200 euros mensuales.
"Somos un pueblo de 700 habitantes", se excusó ayer el alcalde de Vilalba, Xavier Marzo. "La Generalitat corrió mucho a la hora de inaugurar los centros, pero no previó cómo mantenerlos. Es una lástima", lamentó. "Nos sabe mal porque venía muchísima gente", apuntó su homóloga de La Fatarella, Carme Pelejà. "Pero entre la crisis y la masiva asistencia, hemos quedado desbordados", señaló.
El centro de Vilalba, dedicado a la vida de los soldados en las trincheras durante la batalla, se inauguró en el verano de 2008 y cerró sus puertas de forma provisional el pasado agosto. "Si ahora dijera que reabriremos, te engañaría. No lo sé", admite Marzo. El museo de La Fatarella, dedicado a los soldados extranjeros de esa batalla, fue inaugurado el pasado marzo y se ha cerrado este mes. "Esperamos resolverlo pronto", aventura la alcaldesa.
Ambos museos resultan esenciales, advierten los expertos. "Sin integrar la rutina de las trincheras ni el papel de las tropas internacionales, la batalla del Ebro no se puede explicar. Son elementos centrales", subraya Josep Sánchez Cervelló, catedrático de la Universidad Rovira i Virgili y director del centro.
