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Elecciones municipales

CiU retira el veto a García Albiol para asegurarse la Diputación de Barcelona

Los nacionalistas son claves en Badalona, objetivo prioritario del PP - El partido de Mas necesita los votos de Sánchez-Camacho para tener el poder provincial

Durante la campaña, CiU prometió aislar al candidato del Partido Popular en Badalona, Xavier García Albiol. Un cordón sanitario que el líder nacionalista en Badalona, Ferran Falcó, creía necesario, dadas las tesis xenófobas que defiende el candidato del PP. Ayer, con los resultados en la mano, la intención viró: ya no hay veto para García Albiol, que ganó las elecciones con 11 concejales pero necesita pactar para gobernar. El PSC obtuvo nueve, e ICV, tres. CiU, con cuatro ediles, tiene la llave en Badalona y le queda poco margen de maniobra si quiere la joya de su victoria del domingo, la Diputación de Barcelona. Accederá al poder provincial por primera vez si el PP le suma sus diputados. Y el partido de Alicia Sánchez-Camacho ha puesto como condición la alcaldía de Badalona, la tercera ciudad de Cataluña, una cota de poder inalcanzable hasta hace pocos años para el PP.

Los dos partidos alcanzarán sus objetivos más ambiciosos si pactan

El baile de los pactos lo inició el PP el domingo, al abrir la puerta a sumar con CiU. Ayer Sánchez-Camacho concretó sus intenciones. En primer lugar, quiere que su partido gobierne en la Diputación de Barcelona y en el Ayuntamiento que liderará Xavier Trias. En segundo -primero en importancia-, hacerse con las alcaldías de Badalona y Castelldefels, donde el PP fue la fuerza más votada, pero sin alcanzar la mayoría absoluta. Alberto Fernández Díaz remachó que "Barcelona no admite renuncia alguna".

Sánchez-Camacho liderará una comisión negociadora que dibujará la línea que seguir con los pactos, aunque cada municipio tendrá cierta autonomía. La líder enfatizó que "no habrá cambio de cromos" y pidió que se respete la lista más votada para así "no desnaturalizar los resultados". También dijo que "se buscará llegar a los acuerdos necesarios para que haya un cambio real".

Con sus condiciones, sin embargo, la líder del PP entra en un laberinto. Su partido puede ser decisivo en Reus, Girona y Tarragona. En las dos primeras, CiU es la lista más votada y con los votos del PP se garantizaría un gobierno estable. En Tarragona todo cambia, pues el PSC ganó. Un pacto con los nacionalistas para sacar al socialista Fèlix Ballesteros iría en contra de la regla a la que apela Sánchez-Camacho.

CiU y el PP cambiaron ayer de actitud. Camacho ni habló de inmigración, el tema que centró la campaña. El tono xenófobo que imprime García Albiol a sus discursos, avalados por toda la cúpula del partido, alejaba los pactos con los nacionalistas. Pero CiU necesita al PP tanto como el PP a CiU. Por ello se quitó el vetó a García Albiol. Lo avisó el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, tras la reunión la federación: el único rechazo es para Plataforma per Catalunya. Duran aclaró que CiU no tendrá una política global de pactos y que se adaptará a la realidad local, aunque en las plazas más codiciadas sucede que la suma de CiU y el PP beneficiaría a ambos partidos. Con el ciclo electoral superado, los nacionalistas le hacen menos ascos al PP.

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En el caso de Badalona, Duran no descartó dar la alcaldía a García Albiol, aunque matizó que no se guiará por el principio de respetar la lista más votada. Falcó, el candidato de CiU, rechazó un pacto "estable" con García Albiol, pero también renegó de la fórmula tripartita que ha gobernado Badalona esta legislatura y que, de repetirse, evitaría darle la alcaldía al PP. "No formaremos parte de un gobierno de tres, simplemente organizado en contra de García Albiol", dijo, aunque matizó que podría repetir la fórmula si sirve para configurar un gobierno fuerte. Falcó reconoció la victoria del PP y pidió al resto de los partidos una "reflexión" antes de proponer pactos de gobierno para aislar al ganador. La llave de Badalona la tiene CiU, y la de la Diputación de Barcelona, el PP. Ambos partidos no quieren renunciar a sus plazas más codiciadas.

GIRONA Puigdemont necesita tres escaños

Carles Puigdemont (CiU) logró la mayoría simple en Girona, con lo que termina la hegemonía socialista de 32 años, pero se quedó a tres concejales de la mayoría absoluta (13). Al tener siete, el PSC queda técnicamente fuera de juego para la alcaldía. Dos agrupaciones obtuvieron el resultado que a CiU le falta: el PP y la Candidatura d'Unitat Popular (CUP). El presidente de la CUP, Jordi Navarro, dijo el domingo por la noche que irá a la oposición. Puigdemont aseguró ayer que está dispuesto a gobernar la ciudad en solitario y a firmar acuerdos ocasionales con otras formaciones. Pero el PP está ahí.

TARRAGONA El PP pone a prueba su coherencia

El actual alcalde de Tarragona, el socialista Fèlix Ballesteros, tiene un gran problema. Las urnas le dieron 12 regidores y quedó a dos de la mayoría absoluta, pero un pacto entre CiU y el PP, ambos con siete escaños, lo sacaría del Ayuntamiento. Iniciativa solo tiene un regidor. El partido dejó claro ayer que "no se entendería que hubiera otro alcalde que no sea Ballesteros" y hoy comenzará la ronda de contactos con las otras fuerzas. El PP se siente "decisivo" en Tarragona, pero su doctrina de respetar la lista más votada, con la que quiere hacerse con la alcaldía de Badalona, pasará aquí una prueba de coherencia.

BARCELONA CiU quiere el poder provincial

El PSC fue la fuerza más votada en la provincia de Barcelona, aunque el recuento de diputados provinciales da a CiU la victoria por la mínima: 20 diputados para los nacionalistas, 19 para el PSC. El PP tiene seis; ICV, cuatro, y ERC, dos. Con estos resultados es imposible articular un tripartito que permita a los socialistas mantener su poder en la institución. El PP tiene la llave para darle a CiU la diputación y posibilitar que los nacionalistas logren mandar en todas las provincias, un trofeo que CiU ansía para poner la guinda al pastel de su triunfo histórico en las municipales.

REUS Oportunidad histórica para Convergència

En Reus se repite la misma historia que en Girona. La mayoría absoluta en el Ayuntamiento reusense son 14 concejales. CiU, la fuerza más votada en las elecciones del domingo, obtuvo 10. Para poder gobernar tendría que pactar con el PSC (ocho escaños) o con el PP (seis). El Partido Popular obtuvo dos ediles más que en las elecciones de 2007. Hasta ahora gobernaba un tripartito de izquierdas, liderado por los socialistas, pero los electores han castigado a ERC e Iniciativa, sacándolos del Consistorio. En su lugar, han entrado varios partidos pequeños, sin posibilidad de sumar.

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