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Cierre de la A-2 Barcelona-Lleida por riesgo de desprendimientos

La autovía A-2 entre Barcelona y Lleida, cortada desde el domingo en dirección a Lleida por riesgo de desprendimientos a la salida del túnel del Violí, en el término municipal de Montmaneu (Anoia), permanecerá cerrada varios días, hasta que los técnicos del Ministerio de Fomento determinen que está garantizada la seguridad de los usuarios de la vía. El tráfico es desviado por la antigua N-II, que discurre por el complejo de la Panadella.

Geólogos de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento han realizado sondeos en el talud en el que se han producido grietas y corrimientos de tierra como consecuencia de las últimas lluvias. Una vez conocido el origen del problema, se ha decidido acometer diversas actuaciones para estabilizar el terreno: quitar peso en la parte superior del talud, mejorar el drenaje y disminuir la inclinación de la pendiente para eliminar el riesgo de desprendimientos.

Los técnicos detectaron las primeras filtraciones el miércoles de la semana pasada y con posterioridad observaron que la presión del terreno había hecho saltar los anclajes de las mallas que sujetan el talud. De momento, Fomento no se atreve a fijar una fecha para restablecer la circulación.

Por otra parte, el tráfico ferroviario ente La Molina y Puigcerdà ha quedado cortado por obras. Renfe ha organizado un servicio de autocares que dará servicio a los usuarios hasta noviembre.

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