_
_
_
_
_

Ciutat Vella impone el cierre a medianoche a 38 locales que venden alcohol y comida

Los establecimientos generan altercados y provocan quejas de los vecinos

Blanca Cia

"Hamburguesas a un euro". Es el reclamo de un local de la calle de Sant Rafael que cierra de madrugada. Ese establecimiento y otros de Ciutat Vella se convierten por la noche en algo parecido a restaurantes que venden bebidas alcohólicas -sobre todo latas- y comida preparada a los clientes en la calle. Un total de 31 de esos establecimientos, la mayoría regentados por inmigrantes, cierran a las tres de la madrugada y siete están abiertos hasta las siete de la mañana. El distrito de Ciutat Vella ha decidido obligar a esos locales -colmados de platos preparados y bodegas- a cerrar a las doce de la noche para evitar los problemas de desorden, ruido y altercados que generaban, origen de las quejas de vecinos y comerciantes.

La decisión se ha tomado después a raíz de que un informe policial atestiguara, tras un análisis de las denuncias y las intervenciones que hacían las propias patrullas, lo que los vecinos y comerciantes sostienen desde hace tiempo: que no pocos de los conflictos nocturnos del barrio del Raval se producen en el entorno de locales abiertos hasta la mañana. Los que van a ser objeto de la medida -que previamente tiene que ser comunicada a los interesados- están mayoritariamente en el barrio del Raval (15), 12 están en el Barri Gòtic, 2 en la Barceloneta y el resto en Santa Caterina. Los más conflictivos -porque cierran a las siete de la mañana- son siete, y seis de ellos están en el entorno de la Illa Robadors, entre la calle de Sant Pau y Nou de la Rambla.

En Ciutat Vella hay un total de 302 establecimientos -con licencia otorgada- excluidos del horario general porque se trata de pequeños negocios de menos de 150 metros en explotación familiar. De ellos, 213 son de alimentación; 52, de platos preparados, y 37, bodegas. La regidora del distrito destacó que la mayoría de ese tipo de establecimientos cumplen las normas. "Esta medida se toma precisamente para quien se la salta", dijo. La edil argumentó que legalmente se puede restringir el horario por "motivos de orden público". Y también reconoció que hay otros locales que funcionan sin licencia ni permiso de ningún tipo, aunque no pudo precisar cuántos. "La realidad es que el ritmo de apertura de locales o transformación es muy rápido y no dejamos de inspeccionar", señaló.

La medida de limitar el horario es, en opinión de Maria Teresa Roca, de la Taula del Raval, "lógica y necesaria". Roca argumenta que en Ciutat Vella siempre ha habido establecimientos que han funcionado por la noche, "pero es que ahora son muchos y, sobre todo, tienen un público mucho más numeroso por el impacto del turismo", añade.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_