Compartir piso ya no es sólo cosa de estudiantes

Compartir piso ya no es un práctica habitual sólo reservada a los estudiantes. Los interesados -resignados- en buscar compañeros de piso en Barcelona tienen 28 años de media. Se trata, en muchos casos, de personas solteras que tienen su primer o segundo trabajo, pero que su precario sueldo no les permite hacer frente a alquilar una vivienda en solitario. El precio medio de una habitación en la capital catalana es de 360 euros al mes.

Carmina B. es una jovencísima mileurista -tiene 23 años- que tras licenciarse lleva un año trabajando en el sector de la comunicación. A mediados de julio decidió independizarse y optó por alquilar una habitación. Por la dificultad de encontrar algo decente a un precio razonable, "pero también porque en estos momentos me apetece convivir con nuevas ideas". Un mes y medio y una veintena de habitaciones vistas después, Carmina ha optado por aparcar el tema para más adelante: "La mayoría de habitaciones son interiores, algunas incluso sin ventana, y me piden 400 euros al mes", protesta.

La escalada de los precios de los pisos arrendados y la precariedad de los salarios, especialmente para los que acaban de incorporarse el mercado laboral, imposibilitan no sólo hacer frente a los costes de comprar una vivienda, sino incluso a plantearse vivir solo en un piso de alquiler. Durante el primer trimestre de 2007, el precio medio de los arrendamientos en Barcelona se disparó casi el 18%, hasta alcanzar los 966 euros mensuales.

Un estudio de Idealista.com, uno de los principales portales inmobiliarios de España, revela que hoy sólo el 30% de los usuarios que buscan compartir piso son menores de 26 años. En Barcelona, la media de edad es de 28 años, uno más que en Madrid, lo que indica que ya no se trata mayoritariamente de estudiantes.

Alquilar una habitación en la capital catalana cuesta de media 360 euros al mes, el mismo precio que hace un año: desde los 291 euros del distrito de Nou Barris, hasta los 407 euros de Sarrià-Sant Gervasi (véase cuadro). L'Eixample concentra la mayoría de la oferta de pisos compartidos. En Madrid piden 373 euros mensuales, 13 más que un ejercicio antes.

Con todo, se tarda poco en alquilar una habitación, unos 50 días, hecho que Idealista atribuye a una mayor demanda estacional. La mayoría de viviendas con habitaciones compartidas son mixtas: en el 44% de los pisos conviven ambos sexos, seguidas de los pisos en los que sólo habitan mujeres (34%) y, por último, de aquéllos en los que sólo viven hombres (22%).

Son viviendas de entre 90 y 100 metros cuadrados, en la mayoría no se fuma ni tampoco hay mascotas, algo que frena la aceptación de nuevos compañeros, según el portal.