_
_
_
_
_

Consumo retira al menos 31 chalecos hinchables por incumplir la normativa

Inspección sorpresa de tiendas de flotadores y manguitos en la costa

Es época de ir a la playa y muchas familias adquieren flotadores, manguitos, colchones de agua y todo tipo de juguetes hinchables para los más pequeños. El objetivo es que los niños floten y se sientan seguros en el agua, pero si el producto no cumple con la normativa puede producirse el efecto contrario. Para evitarlo, inspectores de la Agencia Catalana del Consumo y de su homóloga francesa han iniciado una campaña para detectar productos hinchables no homologados y potencialmente peligrosos. De momento, ayer habían retirado ya al menos 31 chalecos acuáticos por incumplir la normativa de información y seguridad.

"La mayoría de los productos son de importación y proceden de países asiáticos", explica Jordi Anguera, director general de la Agencia Catalana de Consumo, para quien 31 chalecos inmovilizados tras visitar ocho establecimientos en un único día en Roses (Alt Empordà) "da que pensar". En cinco de las ocho tiendas, todos los artículos sí cumplían con la normativa tanto de seguridad como de etiquetado.

"Es importante fijarse en que el etiquetado esté en una lengua que entienda el consumidor. También importa que estén identificados fabricante e importador, que las instrucciones de uso estén claras y que se detalle la relación entre el peso del niño y la talla de cada chaleco", añade.

La juguetería Ley's es una de las tiendas visitadas. Los inspectores detectaron en ella una partida de chalecos salvavidas de color reflectante con un etiquetado deficiente. "El chaleco es de calidad, pero en la etiqueta no dice el peso que puede llegar a aguantar", explica Josep Maria Masot, el dueño. Para los padres los chalecos son juguetes para los niños, cuando es un producto de salvamento.

Tampoco pasaron el control de calidad comunitaria las clásicas burbujitas. "Llevamos más de 40 años vendiendo burbujitas y ahora dicen que están mal etiquetadas", comenta Masot, que compra sus productos a través de la distribuidora de juguetes Dimasa. Masot podrá ser ahora sancionado, como el fabricante. "De momento me han levantado un acta y me han retirado el producto".

Otra tienda donde se retiró un chaleco fue la juguetería El Patinet. "Teníamos uno, de la casa Safari, que nos sobró del año pasado", dice. La librería Ametller pasó la revisión sin problemas. La propietaria explica que en otras tiendas ha habido reclamaciones de padres porque los chalecos "se hundían". La campaña se extenderá a otros municipios de la costa, a Perpiñán y la costa francesa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_