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Desbloqueado el proyecto de rascacielos diseñado por Frank Gehry para la Sagrera

El solar del triángulo ferroviario del barrio de la Sagrera en el que se alzará el gran rascacielos de Frank O. Gehry, quien revolucionó la arquitectura contemporánea con el espectacular Museo Guggenheim de Bilbao, está ya disponible para que el Consorcio de la Zona Franca (CZF) pueda adquirir los terrenos. El delegado especial del Estado en el CZF, Manuel Royes, y el secretario de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Víctor Morlán, se reunieron hace unas semanas para desbloquear la negociación que desde hacía años impedía poner en marcha este ambicioso plan urbanístico.

Aproximadamente un tercio de este solar era propiedad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que en sus largas negociaciones con el Ayuntamiento de Barcelona, propietario de otra parte del solar en la que también tiene propiedades la Generalitat, no había conseguido aún llegar a un acuerdo, ya que alegaba que esta zona continuaba siendo de uso ferroviario. El acuerdo alcanzado, según ha indicado Royes, permitirá iniciar la valoración de los terrenos por parte de un tasador independiente que aún no ha iniciado los trabajos, y en función del precio decidido se concretará la compra.

La nueva construcción tendrá 80.000 metros cuadrados de superficie, cuyos usos aún no han sido definidos
El coste de la torre, de 145 metros de altura y 34 plantas, superará ampliamente los 250 millones de euros
Un acuerdo entre el Consorcio de la Zona Franca y Fomento permite liberar el solar en el que se ubicará el edificio

Este era el paso previo e imprescindible para empezar la parcelación de esta zona y también la realización del plan especial para el área que deberá definir los usos definitivos del solar. Lo seguro es que allí se construirá el edificio que algunos ya han bautizado como la novia, en alusión a la larga cola de placas solares que se desparrama desde el rascacielos de 145 metros de altura sobre un edificio más bajo adyacente que, en principio, tiene que acoger un "museo de la movilidad".

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La espectacularidad de la maqueta del edificio, que se presentó en el marco de la exposición Barcelona in progress durante el Fórum 2004, es evidente, si bien lo que no está tan claro es el uso futuro de estos 80.000 metros cuadrados de superficie construida que se reparten en las 34 plantas de la torre. Siguiendo la estela de otro edificio singular, el Edificio Fórum, de los también arquitectos estrella Jacques Herzog y Pierre de Meuron, la operación busca antes la firma y la espectacularidad que la respuesta a una necesidad concreta, lo cual ciertamente permite hacer volar la fantasía a los arquitectos ya que no tienen que responder a un uso predeterminado. Frank Gehry (Toronto, 1950), en este sentido, es bastante especialista en plantear edificios imaginativos, como ya demostró en el Guggenheim de Bilbao y en otras virguerías como la casa Danzante (Ginger y Fred) de Praga y el Centro Stata, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Boston.

Para la novia, Gehry ha previsto una torre que se desmonta en diferentes niveles, lo cual origina un juego de fachadas recubiertas de cristal o aluminio, según los casos y su diferente exposición al sol, que otorga gran movilidad al edificio. Evidentemente, al ser Gehry un gran pionero en la ampliación de la tecnología informática al diseño arquitectónico, es de prever una variedad de formas y requiebros complejos, pero también ha indicado que querría que éste fuera un edificio ejemplar en el aspecto medioambiental. Para ello, además de las placas solares de la fachada, todo el diseño del rascacielos está pensado en función del ahorro energético, desde la ventilación cruzada hasta la utilización de materiales específicos de acuerdo con la orientación de la fachada, pasando por un sistema de pilotaje de la cimentación equipado con tuberías plásticas que funcionarán como intercambiadores de calor con la tierra y proporcionarán energía al inmueble.

Aunque era el Ayuntamiento de Barcelona el que insistía en que quería tener su gehry, como Bilbao, será el CZF el que asumirá el peso de la construcción y el que realizó, sin concurso previo, el encargo al arquitecto. Hace meses, Royes preveía que el coste de este edificio superaría ampliamente los 250 millones de euros previstos y se construirá en colaboración con promotores privados. El asunto más complicado, de momento, es saber los usos de la torre, ya que se da por descontado que no sería conveniente que toda la superficie se dedicara a oficinas. Royes apuntó en su día que podría haber un hotel y apostaba por que se permitiera la ubicación de una zona comercial. También sería posible que una parte fuera residencial, es de suponer que con viviendas de lujo, aunque todos estos aspectos aún están por decidir. De momento, la novia empieza a tener ajuar, pero aún no sabe cuándo será la boda ni tampoco cuando conocerá al novio, ya que aún no hay proyecto arquitectónico conocido de la vecina estación del AVE.

Maqueta del edificio proyectado por el arquitecto Frank Gehry junto a la estación de la Sagrera.
Maqueta del edificio proyectado por el arquitecto Frank Gehry junto a la estación de la Sagrera.

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