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Reportaje:Un episodio desconocido de Barcelona

La Diagonal desviada

Un error de cálculo cambió el trazado original de la avenida que Ildefonso Cerdà planificó en 1859

José Ángel Montañés

L'Estela fue una masía construida en el siglo XVI en Les Corts de aspecto sólido y señorial, planta rectangular y tres pisos cubiertos con teja árabe a cuatro aguas. Frente al edificio principal, sus propietarios, los condes de Vallcabra, construyeron una capilla de pequeñas dimensiones rematada con espadaña, para dar cobijo a una imagen de Jesús crucificado que apareció mientras se araba uno de los campos y que acabó tomando fama de milagroso, por lo que era, por tanto, muy venerado por los vecinos. Masía y capilla ocupaban el centro de una heredad de 60.000 metros cuadrados situada donde está la actual plaza de Pío XII. Y ahí podrían seguir si no fuera porque un error de cálculo en la construcción de la Diagonal a principios del siglo XX acabó con ellas. Un fallo que no cometió Ildefonso Cerdà, el diseñador de la nueva ciudad y de la nueva avenida, sino los técnicos que llevaron a cabo su construcción años después.

El arquitecto Jesús Portavella halló el fallo al superponer dos planos

El arquitecto Jesús Portavella asegura, y así lo publicará en el libro Gran Via Diagonal. Del projecte a la realitat. Història d'un despropòsit, que un error de cálculo hizo que la construcción de la Diagonal se llevara por delante una serie de masías de Les Corts, como la propia L'Estela, Can Baldiró y Can Feliu, que el ingeniero había mantenido en el plan aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona en junio de 1859.

Portavella, tras superponer el plano creado por Cerdà para llevar a cabo su plan del Eixample y el de la Diagonal actual, ha comprobado que la calle más larga de Barcelona tiene un desvío en la inclinación diferente a la proyectada originalmente; y esto conlleva otros efectos: "muchas de las manzanas del ensanche quedaron afectadas y se construyeron de forma diferente a como Cerdà las planificó, llevando a cabo expropiaciones que no estaban previstas". El error fue tan grande que lleva a Portavella a afirmar, categórico: "la Diagonal actual no es la de Cerdà".

Los cambios con respecto a los planes originales hicieron, según el investigador, que en 1903 muchos vecinos afectados se quejaran al Ayuntamiento y que éste pidiera un informe a la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en el que preguntaba cuál era el estado de ejecución de las obras, entre el paseo de Sant Joan y la calle de Muntaner y por qué se estaban construyendo edificios más adelantados que otros, amén de otros errores urbanísticos.

En 1906, según Portavella, Madrid respondió con un informe en el que, tras preguntar al Ayuntamiento por qué se había prescindido del plano oficial, se adjuntaba un nuevo mapa en el que se validaba lo que se había hecho hasta ese momento, aunque se ordenaba derrumbar unos edificios que estaban siendo construidos tres metros fuera de línea. "No hubo marcha atrás porque se habían concedido muchos permisos y se habían empezado las obras en muchas partes de la calle", explica.

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¿Pero qué había pasado para que no se siguieran las indicaciones de Cerdà? Portavella, utilizando fórmulas de geometría analítica, mantiene la hipótesis de que el problema lo ocasionó un fallo topográfico. El camino de Jesús, más tarde conocido como camino de Gràcia y actualmente paseo de Gràcia, es y era la principal vía de unión de Ciutat Vella con la antigua Vila de Gràcia. Según ha deducido el arquitecto, Cerdà y sus técnicos midieron el ángulo que formaba esta importante vía, totalmente consolidada en los usos de movilidad de los ciudadanos, con el trazado de la futura Diagonal "ya que era un dato necesario para construir el nuevo eje".

Pero esta avenida, aparte de ser el símbolo del crecimiento de la Barcelona de principios del siglo XX, también tiene una peculiaridad: "es la única calle que no es paralela al resto de las del Eixample". Así, cuando se comenzó a urbanizar el primer tramo de la Diagonal, entre la calle de Pau Claris y el paseo de Gràcia, "los técnicos encargados de ejecutarlo transportaron el ángulo que había determinado Cerdà para la confluencia de la avenida con paseo de Gràcia al cruce de la misma avenida con Pau Claris, sin tener en cuenta que el paseo no es paralelo y Pau Claris ya sí".

Según este arquitecto -que ha escrito varios volúmenes sobre las calles de Barcelona, prepara para mayo una revisión del nomenclátor de la ciudad que publicó en 1996 y realizó su tesis de fin de carrera sobre las matemáticas del Eixample-, el ángulo de desvío es muy pequeño, "menos de un grado". El problema se hizo mayor a medida que la línea se fue separando del punto donde se obtuvo originalmente la medida. "El error crece de tal forma que en la zona de la plaza de Francesc Macià la Diagonal ha descendido de su trazado original 8 metros y 22 centímetros, por lo que el desvío general es muy importante; fue eso lo que terminó con la existencia de muchas de las masías que Cerdà había respetado", asegura Portavella.

El investigador ha buceado en la documentación del Archivo Administrativo de la Ciudad y está estudiando "parcela a parcela, propietario a propietario y manzana a manzana" para ver cómo afectó este desvío en cada uno de los casos. En este archivo se conserva el informe de la Academia de San Fernando que ha permitido a Portavella ver "el caos que representó la construcción de esta calle".

Según explica el informe, los mojones que habían obligado colocar a Cerdà para replantear la calle habían desaparecido; también denuncia el caso, entre otros, de la fábrica de sederías de Francesc Vilumara, al cual se le dio permiso en 1864 para construir su empresa -un edificio de 40 metros de fachada, planta baja y dos pisos- en un solar afectado por el proyecto de Cerdà desde hacía cinco años. "El terreno propiedad de Vilumara era muy grande y se le podía haber obligado a construir en otro lugar de su finca; no sabemos por qué se dejó edificar sabiendo que, con el tiempo, debería ser derribada, como ocurrió en 1907. Quizá se pensó que el proyecto de la Diagonal no se materializaría nunca", afirma Portavella.

El arquitecto está revisando también los pormenores de la construcción de la Diagonal en su lado derecho, hasta la plaza de les Glòries. "He observado que en este tramo la avenida presenta una ligera inflexión con respecto al lado izquierdo, por lo que al desplazamiento general de la calle habría que sumar un cambio de dirección de la línea recta; pero todavía estoy realizando cálculos", explica.

Con este material, Portavella publicará el año que viene su libro. "Se trata de una hipótesis que tengo que acabar de desarrollar", reconoce; "pero el error existe, como se puede ver simplemente superponiendo los dos planos. No sé cómo nadie no se ha dado cuenta antes de que la calle no está en su sitio", concluye.

Masías afectadas por el cambio de trazado.

Corts proviene del latín cohors, que significa terrenos y casas rústicas, es decir, masías. La población del municipio de Les Corts se caracterizó por este tipo de ocupación dispersa alrededor de villas romanas y masos medievales. Algunos de ellos han sobrevivido, otros desaparecieron víctimas del crecimiento de la ciudad y la especulación urbanística. A principios del siglo XX la construcción de la Diagonal acabó con tres de las masías centenarias de Les Corts:

- L'Estela (a la izquierda). El edificio presentaba una puerta con arco de medio punto, un gran reloj de sol y 10 balcones en la fachada, cinco en cada uno de los dos primeros pisos. Desapareció antes de 1929.

- Can Baldiró. Fue una de las múltiples propiedades de la familia Güell en les Corts. Situado junto a la torre Güell, tocando a la riera Blanca. No se conocen imágenes, pero se sabe que era un edificio sencillo de mampostería y piedra, al que se accedía por una gran puerta de dos hojas. La finca acabó agrupada a la que se conocía como Palau Reial, de la misma familia, pero la casa fue derribada en 1923, por el avance de la Diagonal.

- Can Feliu También era una propiedad de la familia Güell situada entre la riera Blanca y el torrente de Carreras, en el extremo occidental de les Corts, en los actuales Jardinets de la Diagonal y delante del Palau Reial. Tenía planta, piso y golfas, con tres cuerpos, el central más elevado. Fue derribada en 1924. - Otras masías que se vieron afectadas por la construcción de la nueva avenida fueron: Casa Xica Lletjós, Can Ferrer de la Creueta, Can Urboldo, Can Barceló, Can Cusó, Can Feló y Can Ramon de L'Ull Barcelona

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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