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ELECCIONES 2008 | Campaña electoral

Duran alerta de otra LOAPA para recortar el Estatuto

CiU se ofrece como puente entre PP y PSOE para un pacto en educación

A los máximos dirigentes de Convergència i Unió le gusta practicar en esta campaña un ejercicio muy en boga en las primarias estadounidenses. Un verbo que en su traducción spanglish sería espinear, del inglés to spin: darles mil vueltas a los mismos argumentos. Y este argumento es que, si bien el PSOE y el PP en el resto de España son dos opciones ideológicas distintas, en Cataluña "son lo mismo". Por ello, el candidato Josep Antoni Duran Lleida alertó ayer contra un pacto entre ambas fuerzas para recortar el Estatuto catalán. Duran bautizó este hipotético acuerdo de "segunda LOAPA", ley que cuando se aprobó en 1982 conjuró al Gobierno (UCD) y a la oposición (PSOE) para recortar las competencias autonómicas. Fue declarada inconstitucional un año después.

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Mitin a mitin, los nacionalistas intentan abrirse paso en unas elecciones que saben complicadas por culpa de la bipolarización. De ahí que se esfuercen en meter en el mismo saco a socialistas y populares, en denunciar que, respecto a Cataluña, tanto monta, monta tanto, y que, cuando la coyuntura lo ha requerido, ambas fuerzas se han aliado en contra de "los intereses de Cataluña". Eso, señaló Duran en La Seu d'Urgell, ocurrió en 1982 con la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico) y puede repetirse la próximo legislatura cuando deba desplegarse el Estatuto. "La LOAPA significó la vulneración y violación más descarada de la Constitución en contra de Cataluña", denunció. Y sentenció: "Si Cataluña no da una respuesta contundente, veremos una segunda LOAPA recortando el Estatuto".

Esta categórica respuesta debería materializarse con "una clara victoria de CiU" en las urnas, lo que otorgaría a los nacionalistas la llave de la gobernabilidad y "obligaría al Gobierno a respetar a Cataluña".Duran reservó para CiU la capacidad de representar a Cataluña en Madrid y la negó a Esquerra Republicana después de apoyar a José Montilla, "el presidente de la Generalitat más dependiente de toda la historia". "Esquerra no son nuestros enemigos, pero se están equivocando dividiendo el catalanismo", respondió al republicano Joan Ridao, que la víspera había afirmado que "votar a CiU es tirar el voto a la papelera".

Por la mañana, en un acto con el sector de la enseñanza, Duran consagró a CiU como la única fuerza capaz de conciliar posiciones entre el PP y el PSOE para aprobar una ley de educación que no esté al albur de mayorías parlamentarias. Duran fijó una sola condición para el acuerdo: el respeto a las competencias autonómicas y, por extensión, al catalán como lengua vehicular.

Las medidas que propuso Duran van destinadas a acabar con este desbarajuste legislativo (cinco leyes desde 1985) y aprobar una ley que se sustentaría en valores como el "esfuerzo, el mérito, el respeto, la disciplina y la autoridad" y garantizaría la gratuidad de la enseñanza, tanto pública como concertada, para que los padres tuvieran "libertad en la elección del colegio".

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