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Columna
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Estoy deseando votarles a todos (y todas)

De verdad, no entiendo a estos derrotistas que dicen que no van a votar. ¡Pero si los candidatos son tan maravillosos que lo que cuesta es descartar a cinco de ellos y quedarse sólo con uno! Por eso es normal que los opinadores profesionales que en las pasadas elecciones ofrecían sus devotas posaderas a Artur Mas, ahora ya se las ofrezcan con la misma devoción a Jordi Hereu. (Y no es porque, previendo que va a ganar, pretendan ellos pillar al fin un programita en BTV, como dicen los envidiosos). Es porque las propuestas de todos son tan buenas que no nos merecemos renunciar a ninguna. Ni a las 10 de Mayol, ni a las 25 de Hereu, ni a las 100 de Fernández Díaz... Yo veo un sextipartito.

Si gobiernan los seis, el día 28 todos nosotros despertaremos con una sonrisa de felicidad

El resultado será éste: los de Ciutadans nos bajarán los impuestos y van a eliminar "las subvenciones que promueven la cultura y la lengua del país". No, no se alarmen. Esto significa que la Feria de Abril seguirá subvencionada (uf), pero que, en cambio, los del Òmnium Cultural, si no quieren quedarse sin la limosna, deberán reconvertirse y, a partir de ahora, hacer sus reuniones en el Fórum mientras disimulan bailando flamenco o haciendo cualquier otra actividad no sospechosa. Claro que a lo mejor en el Fórum no caben porque Portabella ha decidido trasladar el Tibidabo allí. Y Trias, que no es menos, también ha pensado en el Fórum para instalar todo un campus universitario. Bueno, tampoco quedará mucho sitio en el resto de la ciudad con los 22.000 pisos que nos van a construir (12.000 los pone Hereu y 10.000 los pone Trias) más los 1.000 ascensores de Portabella. Por cierto, que Trias también hará que "el Ayuntamiento sea tu socio en la compra o en el alquiler de tu piso, cuando lo necesites". Gracias, Trias. Ya no tendré que llamar a Credi-Ágil.

Una vez solucionado lo de la vivienda, nos queda solucionar lo de la madre naturaleza. Hereu nos va a instalar una puerta en el parque de Collserola y Mayol, un corredor verde desde allí hasta el parque de la Ciutadella. O sea, que abriremos la puerta de Hereu y nos iremos a pasear por el corredor de Mayol. Y todo esto con gran seguridad, porque los de Ciutadans nos aumentan la plantilla de la Guardia Urbana. Desde luego, ese corredor verde habrá que regarlo y abonarlo. Pero ahí entra de nuevo Portabella, que creará la figura del jardinero de barrio. Jardinero que se pasará el día trabajando porque Trias jura que ningún niño vivirá a más de 10 minutos de un parque infantil. (Esperemos que no los ponga a vivir a todos juntos en Collserola). Portabella lo ve y lo dobla. Él asegura que nadie tendrá que ir más lejos de 200 metros de casa para acceder a un espacio verde de calidad.

Sí, sí, lo sé. Los jardineros de todo este vergel deberán tener un sistema de transporte para dirigirse a su alegre puesto de trabajo. Y lo tendrán. Alberto Fernández cubrirá la Ronda del Mig, Portabella nos pondrá un metro regional de 19 líneas y Trias, un tranvía de la Diagonal hasta el puerto pasando por La Rambla. Mientras, Mayol se dedicará a hacer una ciudad "con espacio para las mujeres" (Eing?). Y además, actuará "contra los riesgos de exclusión que se intensifican en ciertos colectivos como las mujeres y las personas que acaban de llegar, homosexuales o discapacitadas". (Es decir; todos, excepto los hombres heterosexuales). Supongo, pues, que la central de Biomasa que nos ha prometido en la Zona Franca la construiremos entre todos y todas.

¿Lo ven? Si gobiernan los seis, el día 28 todos nosotros despertaremos con una sonrisa alelada de felicidad. Claro que, a lo mejor, algunos de los que sonríen aleladamente no lo hacen a causa de la ilusión de tener piso y jardinero nuevos, sino a causa de los estupefacientes que han consumido para sobrellevar tanta emoción. Pues no se apuren. Incluso en este caso, el sextipartito tiene respuestas. Alberto Fernández pone a disposición de las familias, de forma gratuita, "tests antidrogas" para que los padres puedan saber si sus hijos se drogan. Y hasta si esto es así estarán a salvo del qué dirán, porque Alberto también ha prometido que pondrá las narcosalas lejos de los núcleos urbanos. Qué alivio no tener que llevar al nene a desintoxicarse cerca de casa. A nadie le gusta que, camino a la cola de la metadona, ahora le salude un vecino en el nuevo tranvía, ahora la abuela en su recién estrenado ascensor, ahora a los del Òmnium disfrazados de rocieros...

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