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Exigen que se anulen 800 multas por un radar mal señalizado

Tres alcaldías en pie de guerra contra un radar de tráfico. El sueño de tantos conductores se ha concretado en Montblanc, L'Espluga de Francolí y Vimbodí (Conca de Barberà), municipios cuyos vecinos han acumulado 800 multas por un aparato deficientemente señalizado.

El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) lo instaló en mayo en pleno carril de incorporación a la N-240, carretera que da acceso a los tres municipios. Pero el SCT no había señalizado el límite de velocidad, de 80 kilómetros por hora, para los vehículos recién accedidos a la vía, aunque la limitación sí regía por los que circulaban por la misma carretera.

Los alcaldes han pedido que se retiren las sanciones, pero el organismo se ha limitado a señalizar el radar y la limitación correctamente. El hecho de que las multas no discriminen a los vehículos recién incorporados de los que incumplieron la ley a sabiendas embrolla la resolución del asunto, aclaró un portavoz del SCT.

En L'Espluga de Francolí los vecinos comparan entre sí la colección de fotografías que les ha remitido el SCT. Las multas no empezaron a llegar hasta finales de junio y desde entonces no han parado. El radar no salvó a nadie: hay conductores que acumulan varias docenas, pero alcaldes y policías también han recibido sanciones. "Se les ve las ganas de recabar impuestos", sostiene Carles Fernández, vecino de la localidad que exhibe, encuadernadas, la ristra de fotos que el radar tomó a su vehículo.

El SCT medita retirar las sanciones impuestas hasta que se señalizó adecuadamente a finales de julio, pero rechaza retirar el aparato, como pedían los alcaldes.

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