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Familias gitanas de Vidreres impiden la retirada de sus caravanas

Las familias de etnia gitana instaladas en la urbanización La Goba de Vidreres (Selva) impidieron ayer la retirada de una parte de las caravanas instaladas en parcelas de su propiedad. Son un centenar de vecinos nómadas, vendedores ambulantes que pasan el invierno en las roulottes aparcadas en sus fincas y el resto del año van y vienen. Hacia las diez de la mañana, una treintena de vecinos de todas las edades cortaron el acceso a las calles y no dejaron pasar a la comitiva municipal ni a la grúa que iba a efectuar los desalojos.

"La única manera de conseguir sacar las caravanas era utilizando la violencia, por eso hemos preferido dar media vuelta y volver a la negociación. Habrá que intentarlo la próxima semana", aseguró la alcaldesa de Vidreres, Ruth Rosique (PSC). El Ayuntamiento había solicitado permiso al juzgado de Girona para entrar en las parcelas y retirar las caravanas, tras aprobar una ordenanza que permite la presencia de una sola por parcela. El Consistorio ha creado una comisión especial para tratar de los problemas de convivencia en la urbanización. Hace un año, las protestas de los residentes más antiguos contra los gitanos recién llegados hicieron que éstos se fuesen a Lleida. Ahora han regresado y aseguran que quieren quedarse para garantizar una "buena educación" a sus hijos. Al mismo tiempo, dicen estar "hartos" de que los otros residentes les hagan "la vida imposible".

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