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Fuga de la investigación de Merck

La empresa cierra el Laboratorio de Bioinvestigación (LBI) del Parque Científico de Barcelona y lo traslada a Darmstadt y Boston

A finales de este mes, la superficie de 1.000 metros cuadrados que hasta ahora ha ocupado el Laboratorio de Bioinvestigación de Merck Farma y Química (LBI) en el Parque Científico de Barcelona quedará libre. Igual que se fugan cerebros, también puede fugarse la actividad de un laboratorio entero. Las investigaciones de este centro se efectuarán a partir de ahora en Alemania y EE UU. Los 33 investigadores catalanes que trabajan en el LBI han llegado a un acuerdo económico con la dirección de Merck sobre sus indemnizaciones, aunque no han podido frenar el cierre. Tampoco la intermediación de la Generalitat y del Ministerio de Industria han podido frenar la clausura.

El departamento de comunicación de Merck España informa de que el cierre se debe a cambios en la estrategia de la empresa, derivados de la fusión con Serono: "En Darmstadt hay 525 investigadores y en Boston 150, trabajando en oncología y otras áreas, por lo que podemos maximizar resultados y ser más competitivos a largo plazo si agrupamos toda la investigación". Entre los proyectos que asumirán estos centros se encuentran dos productos desarrollados por los investigadores catalanes y que están a punto de entrar en ensayos clínicos: un anticuerpo monoclonal que bloquea la aportación de nutrientes al tumor y un medicamento dirigido a bloquear una diana terapéutica, una proteína que interviene en la proliferación de células tumorales.

Francesc Mitjans, jefe del grupo de oncología del LBI, explica que aunque han llegado a un acuerdo económico, los investigadores no acaban de entender la decisión, ya que no creen que se deba ni a la rentabilidad del centro ni a la excelencia de la investigación. Afirma: "El laboratorio le ha salido gratis a Merck durante muchos años, ya que el presupuesto global del laboratorio, de 3,98 millones de euros anuales, quedaba cubierto con los beneficios fiscales que se obtenían del Ministerio de Industria y las ayudas de otras administraciones". Mitjans explica que los investigadores esperan recolocarse. Algunos ya han recibido ofertas, aunque también estudian la creación de alguna empresa en el mismo parque científico.

El LBI ha sido durante 25 años el centro de referencia mundial de Merck en oncología, en concreto en angiogénesis tumoral; es decir, la inducción de nuevos vasos sanguíneos que alimenten el tumor. La multinacional creó este laboratorio de investigación en Cataluña en 1961 para trabajar en programas de toxicología preclínica. A mediados de los años ochenta empezó a investigar para identificar productos activos para inhibir la angiogénesis.

Cuando en 2001 se inauguró el Parque Científico de Barcelona, el LBI se trasladó a estas instalaciones, y potenció así la relación entre la Universidad y la empresa. Los valores de antigüedad y experiencia hacían de su presencia en el parque un buen aval del modelo de relación entre aquéllas. Fernando Albericio, director del Parque Científico de Barcelona, destaca la importancia del LBI: "Era la única multinacional farmacéutica de biomedicina con investigación en Cataluña".

Antonio Soy, secretario de Industria y Empresa, del Departamento de Innovación, Universidades y Empresa, de la Generalitat, afirma que la continuidad del laboratorio era importante ya que "es básico contar en Cataluña con innovación de primer orden, y creemos que este laboratorio era de primer orden". Añade que la Generalitat apoyará a los investigadores del LBI en la creación de nuevas spin-off (empresas innovadoras surgidas de la investigación universitaria).

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'Pymes' que investigan

En el año 2001, cuando el Parque Científico de Barcelona (PCB) abrió sus puertas, el LBI de Merck Farma y Química ocupó 1.000 metros cuadrados y se convirtió en un estandarte, caso ejemplar, de la colaboración entre la Universidad y la empresa. La relación debía ser larga ya que el contrato suscrito tiene una duración de 25 años. Fernando Albericio, director del Parque Científico de Barcelona, explica: "Se está trabajando para ver cómo rescindir el contrato y apoyar a los investigadores en la creación de spin-off". Destaca la importancia del LBI, ya que "era la única multinacional farmacéutica de biomedicina con investigación en Cataluña".

Cuatro empresas pequeñas y medianas han solicitado al parque ocupar el espacio que el LBI abandona. Albericio agrega: "La aportación de Merck fue fundamental, pero nuestro modelo de actividad ahora tiene que ser el de acoger pymes. Las grandes empresas llevarán los fármacos al mercado, pero la investigación básica la harán las pequeñas".

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