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La Fundación Maragall contra el Alzheimer proyecta instalarse a los pies del hotel Vela

La fundación negocia sumar a los constructores como donantes

El hotel W Barcelona, nuevo icono de la ciudad conocido ya como hotel Vela, puede acabar teniendo un vecino de relumbrón. La Fundación Pasqual Maragall para la Investigación sobre el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas sopesa como opción instalarse a su vera, en el espacio de cerca de 25.000 metros cuadrados reservado al edificio para oficinas junto al hotel, según confirmaron ayer fuentes conocedoras del proyecto. Además de la sede de la fundación, que ahora se aloja de forma transitoria en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB), la idea es ubicar en ese espacio el nuevo centro de investigación científica de excelencia que la institución aspira a convertir en punto de referencia internacional a la hora de buscar soluciones ante una enfermedad que afecta al 6% de los mayores de 60 años y a una cuarta parte de la población a partir de los 85. "Estamos estudiando diversas opciones y todas son muy preliminares", enfatizó anoche el director de la fundación, Jordi Camí.

Las fuentes consultadas corroboran que no se ha firmado aún ningún acuerdo para un centro cuya puesta en marcha tendrá un coste aproximado de 14 millones de euros. En el caso de los alrededores del W, las conversaciones implican a las constructoras que forman parte de la unión temporal de empresas (UTE) que ha levantado el hotel concebido por Ricard Bofill. Además de esa primera concesión, esas mismas empresas, que son Sacresa (Sanahuja), FCC (Esther Koplowitz), Comsa, recién fusionada con Emte (familias Miarnau y Sumarroca) y OHL (grupo de Villar Mir), cuentan con una segunda concesión en ese espacio colindante al hotel. Todas ellas podrían entrar como inversores en el Fondo Alzheimer Internacional.Este fondo filantrópico es un instrumento financiero vinculado a y gestionado por la Fundación Maragall que funciona de forma similar un fondo de capital riesgo, ya que convierte en accionistas de la firma a los donantes de recursos para batallar contra la enfermedad.

Fuentes próximas a la fundación y también medios municipales resaltaron ayer que no hay nada firmado, que "el proyecto no está del todo maduro" y que, además, se barajan por igual "otras alternativas". La delicada coyuntura financiera y las turbulencias que rodean al sector de la construcción impiden a estas empresas realizar toda la aportación, que está pendiente de otros donantes-accionistas de Alzheimer Internacional. El propio director de la fundación y presidente del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB, en sus siglas en catalán), Jordi Camí, se ha mostrado "optimista" en los últimos meses sobre los avances del proyecto, pese a admitir que la crisis ha añadido "complejidades" aunque el enorme interés despertado por el proyecto.

La fundación, fruto del compromiso que asumió en 2007 el ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall tras haberle sido diagnosticado Alzheimer, se ha marcado como objetivo recaudar 15 millones de euros anuales para desplegar su proyecto, que pretende atraer a jóvenes científicos de todo el mundo.

Se estudia que en el edificio se reserve una parte del espacio no sólo para la investigación -que se quiere alejar del conservadurismo científico actual y que perseguirá un diagnóstico lo más precoz posible, porque cuanto antes se identifica la enfermedad, mejor funcionan los medicamentos existentes para paliar sus síntomas-, sino también para el tratamiento de pacientes de élite de la enfermedad.

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