Gadafi y sus amigos

¿Quién no le ha vendido armas? ¿Quién no ha sacado provecho de sus inversiones? ¿Quién no se ha sentado en su jaima? ¿Quién no le ha dejado instalarse con su séquito en los aledaños de los palacios presidenciales de las democracias? ¿Quién no ha preferido hacerse el despistado ante sus chantajes?
La lista de los amigos de Gadafi es impresionante. Su álbum de fotos no tiene desperdicio. Están todos, a cual más cariñoso y amartelado. Quien no le coge la mano, se la besa. Quien no le abraza, le ríe las gracias. El grupo de presión libio era muy fuerte en Reino Unido, Italia y Francia. También en Estados Unidos, sin olvidar a España. ¿Alguien le ha cerrado las puertas, le ha negado el saludo o los honores de la visita oficial?
Todos han pasado por su jaima, derecha e izquierda, para hacer negocios, recibir dinero y dejarse chantajear
Este beduino ha sobrevivido a todo. A la guerra fría y a la guerra global contra el terror. Al auge y declive del panarabismo y al auge y declive de la reislamización. A un Oriente Próximo encendido y a los procesos de paz. Al petróleo barato y al petróleo caro. A la siniestra moda terrorista y a su viceversa, que ha sabido practicar con mano de verdugo experto: es decir, de terrorista perfecto. Al ostracismo cuando era parte del Eje del Mal y a sus payasadas como socio reconocido del Eje del Bien.
Y lo ha hecho con los medios que los mafiosos conocen. Plomo o plata. La amenaza y el soborno. Ha adulado y comprado. A la izquierda y a la derecha. A empresarios y a políticos. A europeos y a americanos. A árabes y a asiáticos. Por su jaima han pasado a recoger dinero tanto los socialistas autogestionarios como grupos terroristas al estilo de ETA y, para hacer negocios, tanto los lobbies de la energía como las derechas europeas, las muy respetables y las menos respetables. Hay que hacer la lista, corta, muy corta, de quienes no se han sentado en cuclillas bajo su hermosa carpa.
Esta sonrojante historia sirve ahora de munición a quienes le defienden de forma más o menos descarada. Según sus argumentos, unos por defecto y otros por exceso: por no haberle derrocado antes o por no derrocar a todos los que son como él, que son muchos. Todos estos silogismos fueron en su día sus más sólidas bazas prácticas para su perpetuación en el poder. Sin tan sólidas agarraderas nadie se mantiene en el machito durante tantos años. Pero ya no sirven ni un minuto más ante la matanza que está perpetrando contra sus propios conciudadanos.
Ha sobrevivido, pero ya no va a sobrevivir. Ahora su chantaje se ha terminado y no precisamente porque lo hayan decidido los chantajeados, hartos de aguantarle. No, sus amigos forzosos tenían todo el aguante del mundo, el que dan el dinero y los intereses, y no iban a mover ni un dedo para que cambiara. Más bien al contrario: preparaban la continuación del negocio bajo la batuta de su hijo más educado, este Saif al Islam, falsificador de tesis universitarias. Tampoco sus enemigos más declarados, los israelíes, por ejemplo, querían despacharle. Hay enemigos benditos por el cielo, que hacen su maldita tarea con eficacia insuperable: toda la gestualidad hostil requerida y nula eficacia práctica en la obtención de resultados políticos.
Ahora, por más que gallee, está en las últimas. Sorprendido y desconcertado, es verdad. No puede caberle en la cabeza que no se le permita hacer lo que ha venido haciendo durante tantos años sin mayores problemas. Menos todavía que quienes le festejaron y aplaudieron sean los que le bombardean y exigen su rendición.
Quienes han puesto pie en pared y han terminado con este sainete siniestro de sangre y dinero han sido los jóvenes árabes que se han rebelado contra sus respectivos dictadores y contra sus manías compartidas. Todos ellos eran corruptos, todos querían hacerse suceder por sus hijos y todos practicaban parecidos chantajes con el terrorismo, la inmigración y el petróleo. La intervención militar que empezó el sábado en aplicación de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad es hija directa y obligada de las revueltas árabes, mucho más que de la voluntad hasta ahora escasísima de europeos y americanos. Nada tiene que ver con el terrorismo, la inmigración y el petróleo. Sí con quitar de las manos de un dictador estas tres bazas con las que se ha perpetuado en el poder y ha oprimido a su pueblo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Bruselas propondrá una nueva regulación sobre alquileres turísticos para frenar la especulación
La Mesa del Turismo exige que las mutuas revisen las bajas laborales superiores a quince días
Feijóo admite que la mayoría absoluta es casi inalcanzable en Extremadura y que el PP dependerá de Vox
Telefónica propone una rebaja del 20% en su oferta final del ERE en tres filiales
Lo más visto
- La UCO precipitó la detención del expresidente de la SEPI porque se percató de que lo seguían cuando iba a una cita con Leire Díez
- Un trabajador de Acciona asegura que fue el exdirector de Construcción quien le sugirió colaborar con Servinabar, la empresa a la que la UCO vincula con Cerdán
- La jueza de la dana declina citar a Sánchez porque no consta que estuviera informado “en tiempo real” por Mazón como Feijóo
- Eurovisión 2026 cierra la lista de sus países participantes, la cifra más baja desde 2004
- La UE eleva la presión sobre Venezuela al prorrogar las sanciones al círculo de Maduro en plena escalada de Estados Unidos




























































