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Reportaje:

'Garage' de los sesenta en catalán

Los barceloneses Els Trons revisitan el más puro sonido californiano

A nadie se le había ocurrido hacer música garage en catalán hasta el año pasado, cuando Els Trons saltaron a las salas barcelonesas como si una máquina del tiempo les hubiera arrancado de la California del 66 para arrojarlos sobre la sala Apolo. Para hacerse una idea, suenan a algo así como una mezcla entre The Byrds, Love y Els Dracs.

Dos habituales de la escena indie barcelonesa, Marcel Cavallé (ex guitarrista de Selenitas y de Miqui Puig) y Marc Argenter (Flashback V), fanáticos del garage y folk-rock americano cosecha 66, prueban de versionar sus bandas favoritas en catalán. Empiezan con The people in me, de The Music Machine, y la traducen al catalán rebautizándola El que queda de mi. Probaron en broma, sonaba de verdad.

"Lo que se entiende por garage es la música que hacían los grupos americanos de mediados de la década de 1960 cuyos cantantes imitaban a Mick Jagger, tocaban con farfisa

sonaban punk y usaban maracas y panderetas", resume Cavallé, voz y guitarra eléctrica en la banda. Cuando vieron que podían ser un proyecto serio, reclutaron a Xavi Ribas (bajo y voces) y a Andreu Revilla (batería).

"Somos la primera banda que es consciente de que hace garage en catalán, porque en los sesenta, grupos como Els Dracs, Els Xocs y Els Corbs ya estaban influenciados por este estilo", explica Argenter, que toca la guitarra de 12 cuerdas.

Primero pensaron en hacer unos cuantos vinilos y "colarlos" en las tiendas de discos de segunda mano como si fuera una grabación perdida del sello Concèntric -que en la época grabó a Els Dracs, entre otros- pero Butterfly Records se apresuró a editarles un EP de vinilo que enseguida agotó las primeras 500 copias. Ahora ya van dos más en camino, que también incluyen temas propios. "En los ochenta y los noventa las bandas no querían cantar en catalán para que no les metieran en el saco del rock català, que dominaba todo el panorama de música en esta lengua. Los grupos de ahora, como los Mishima, te gustarán más o menos, pero sus componentes son gente musicalmente cultivada", reflexiona este treintañero, vestido al más puro estilo sixties -como el resto del combo-, pitillos negros, camisa blanca y zapatos de punta afilada. "Supongo que también formamos parte de la nueva ola de grupos catalanes retro, como Angelina i els Moderns, aunque ellos hacen yeyé". Els Trons traerán su sonido añejo y la energía garajera a la plaza de Rovira el martes 17, dentro de la programación de las fiestas de Gràcia. Vuelven los sesenta.

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