_
_
_
_
_

Generalitat y Endesa, a la greña por el caudal de los ríos

La nueva ley de pesca limitará las variaciones de los volúmenes

Rebeca Carranco

Endesa ha topado con la Agencia Catalana del Agua (ACA) y la Generalitat. El proyecto de ley de ordenación sostenible de la pesca continental, conocida como la ley de pesca, pone coto a la producción hidroeléctrica de la compañía. Con la nueva norma, que se prevé aprobar a finales de año, la compañía no podrá aumentar y reducir bruscamente el nivel de agua para producir electricidad y tendrá que construir más pasos para peces en las presas, con la pérdida de agua que eso supone. El objetivo de la norma es proteger el ecosistema del río. Endesa advierte que de seguir adelante el proyecto de ley tal como está, se tendrán que revisar las concesiones en vigor hechas según la anterior ley de pesca de 1942. La compañía pedirá una compensación económica si no puede mantener la producción eléctrica.

Si la producción eléctrica se rebaja la firma pedirá compensaciones
La norma cambia el régimen de explotación de los pantanos

La disparidad de criterios entre la compañía y la Generalitat no es una cuestión baladí. Una de las prioridades del ACA es cuidar los ríos y mantener los caudales. El plan sectorial de la agencia ya establece unos caudales ecológicos. La nueva ley de pesca es un paso más en ese sentido. "Varía los regímenes de explotación de los pantanos. Hasta ahora ha primado la producción de kilovatios por encima de la vida piscícola. La Administración tiene la obligación de defender el río", aseguran fuentes de ACA. Endesa esgrime que las restricciones le hacen perder dinero.

El portavoz de la compañía que intervino en abril en una de las comisiones de Medio Ambiente sobre este tema lo dejó claro: "Este texto no puede contar con el aval de Endesa ya que no respeta, de entrada, los títulos concesionales e incluso en algún punto entra en contradicción con otras obligaciones legales que tiene la empresa para garantizar el suministro".

La compañía identificó dos problemas básicos. En primer lugar, el aumento de los pasos de peces en los pantanos, unas escalas que obligan a soltar más agua para que los peces puedan continuar río abajo. Endesa está en contra porque pierde caudal que, de otra forma, serviría para crear electricidad. Además, sostiene que la ley anterior de pesca, de 1942, ya establecía dónde hacían falta pasos de peces. Construir ahora nuevos pasos en las concesiones en vigor sería ilegal, según Endesa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El segundo de los problemas ataca directamente al tipo de negocio de la compañía: la limitación de las variaciones de los volúmenes del agua. Las centrales hidroeléctricas tienen la capacidad de responder con rapidez a las puntas de demanda de energía. Son fáciles de poner en marcha y de detener. Y eso supone un negocio redondo porque los kilovatios que se producen cuando hacen más falta se venden a mayor precio en el mercado. La parte mala de aumentar y reducir bruscamente el caudal es que impacta negativamente en el ecosistema. El proyecto de ley prevé limitar esas oscilaciones, aunque no dice cómo.

Daniel Pi Nova, de Iniciativa per Catalunya y ponente por el tripartito en la comisión de la nueva ley, acusa a Endesa de trabajar con el agua de los ríos sin tener en cuenta el efecto de su actividad. Denuncia que las oscilaciones del caudal en las zonas de Mequinensa y Riba-roja son como "dientes de sierra afiladísimos". Pi entiende que Endesa debe "modular" los picos en la producción y "evitar" las oscilaciones. "Hay que buscar mecanismos de control que permitan hacer los mismos kilovatios con maniobras más suaves", defiende.Sobre los pasos de peces, el diputado sostiene que algunos pantanos incumplen la ley de 1942 y no los tienen, a pesar de estar obligados. Endesa lo niega.

A pesar de todo, el diputado desea que el texto final que salga del Parlament conjugue las necesidades de eléctrica con el bienestar de los ríos y los peces. La compañía se sube también al carro del consenso y alberga la esperanza de que la ley rebaje las exigencias. Si no lo hace se abren una serie de interrogantes. "¿Cómo se resuelve la pérdida de producción hidroeléctrica?", dice un portavoz. "¿Cómo se responde a las puntas de demanda?", añade. Si no hay oscilaciones bruscas, no se puede responder rápidamente.

Reglas de juego

"Si cambias las reglas del juego, se tiene que cambiar la licencia", resume la compañía, en referencia a las concesiones existentes perfectamente legales que regulan en la actualidad la actividad de la eléctrica. Si no, alguien deberá responder por las pérdidas económicas de la empresa.

El ponente de Convergència i Unió, Agustí López, no está convencido de que la Generalitat consiga poner freno a Endesa y aumentar los caudales de los ríos.

"No se puede ir en contra de las leyes anteriores", dice. A su entender, la compañía está blindada. Nadie podrá hacer que cambie su forma de operar en los ríos, al menos en aquellas concesiones ya existentes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_