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La Generalitat cierra ahora el centro de menores que sufrió un motín en julio

Los internos hirieron en la cabeza a un educador en la revuelta - La Cruz Roja decide abandonar la tutela de jóvenes tras el caso

El centro de menores del Paral·lel no sobrevivió a 2009. Tras poco más de un año abierto, la Dirección de Atención a la Infancia (DGAIA) decidió cerrarlo en diciembre después de que la seguridad del equipamiento se viera comprometida por un grave motín, ocurrido el 30 de julio. La docena de menores desamparados que residían en el centro se rebelaron ese día contra los educadores, uno de los cuales resultó herido por un golpe de silla en la cabeza. La DGAIA afirma que el motín "no es el único motivo del cierre", aunque el organismo de protección de menores de la Generalitat admite que era un resultado lógico tras el incidente.

Cruz Roja ha gestionado el centro desde su apertura, hace apenas 14 meses. Un portavoz asegura, sin embargo, que la organización ya estaba considerando abandonar la concesión del centro desde hace tiempo. La gestión de los centros de menores de la DGAIA es adjudicada a entidades privadas, especialmente a fundaciones especializadas en la infancia. La fallida experiencia de Cruz Roja en el cuidado de menores tutelados ha llevado a la organización, que carecía de experiencia en este campo, a abandonar todas sus actividades en esta área. La del Paral·lel, destaca un portavoz, era la única institución de este tipo que gestionaba.

El servicio recién clausurado ha estado abierto sólo 14 meses

Han sido muy pocos los meses que ha durado el proyecto, pero bastantes los educadores que han trabajado en el centro. Algunos dimitieron de sus puestos a lo largo 2009, agotados y desbordados por la tensión que se vivía en su lugar de trabajo. El educador que fue herido en julio -que fue despedido por denunciar a los menores- interpretó el motín como la punta del iceberg de un "clima irrespirable con chavales muy conflictivos". Los mossos de la cercana comisaría de la plaza de Espanya habían tenido que intervenir para poner fin a varias peleas. Los jóvenes que hasta diciembre se alojaban en el Paral·lel han sido reubicados en otros centros residenciales de Acción Educativa, según la DGAIA.

Este centro, sin embargo, no es el único tutelado por la Generalitat que es víctima de graves tensiones. Los de El Bosc (en Vallvidrera) y Alcor (en el Poble Nou), que acogen a los menores inmigrantes no acompañados que tienen que ser derivados a otros espacios, son conocidos entre los educadores por su conflictividad. La DGAIA ha reconocido que no son los mejores equipamientos para atender a estos chavales y lleva meses anunciando que a inicios de este año está previsto que sean sustituidos.

La idea es acabar con la segregación entre menores desamparados catalanes e inmigrantes para volver a atenderlos a todos por los mismos canales. Ésta era la situación que se mantenía antes de la llegada, en los últimos años, de gran cantidad de menores extranjeros solos, casi siempre desde Tánger (Marruecos).

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Ahora, sin embargo, se retrasa la apertura de uno de los dos centros que deben sustituir El Bosc y L'Alcor. Fuentes conocedoras del proceso explicaron que el nuevo espacio que se ha construido en el barrio de La Habana, en Mataró, ya está listo y ya se han despejado los recelos que había despertado entre los vecinos. El centro La Ribera, que gestionará la Fundación Idea, acogerá a los primeros menores a principios de este mes, posiblemente el día 8.

El otro equipamiento, que está cerca del parque Güell barcelonés, en la calle de Larrard, no está, en cambio, terminado. Las mismas fuentes explicaron que faltan por habilitar las salidas de emergencia, así que no podrá abrir estos días, como venía anunciando la DGAIA. "Es sorprendente que recién acabado el año 2009, en el que se conmemoraron los 20 años de la Convención de Derechos de la Infancia, y estos centros aún no se hayan cerrado", lamenta el diputado de Convergència i Unió Josep Lluís Cleries ante este retraso.

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