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La Generalitat cifra en 2.000 millones el ahorro extra que necesitará hacer en 2011

El déficit se recortó 566 millones en 2009 por la nueva financiación autonómica

El Gobierno catalán descarta en la recta final del año recortes de gasto adicionales a los ya aprobados en el plan de austeridad de final de mayo, que sumaban 1.670 millones de euros. Sin embargo, la tijera del Ejecutivo (el que salga de las urnas de otoño) tendrá que trabajar de lo lindo el año que viene: será necesario un ahorro adicional de unos 2.000 millones para lograr rebajar el déficit de la Generalitat -que se situará en el 4,2% en 2010 si se cumple la austeridad- al 1,3% en 2011.

Este salto de calado responde a que el tope de déficit del 1,3% es el que consta en los planes plurianuales que las autonomías deben cumplir en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera en 2011. Al igual que en el caso del déficit estatal, el grueso del esfuerzo de ahorro se concentra, pues, entre 2010 y 2011, ya que el objetivo final para el año 2013 es que las comunidades se queden con un déficit del 1,1%.

La recaudación por compraventa de pisos usados subió el 18,6% hasta junio
En agosto volverá a retrasarse 15 días el pago a la sanidad concertada

La cuestión es con qué medidas llegar ahí. El consejo, que previsiblemente se reunirá la próxima semana, abordará cómo. En el caso de Cataluña, la aplicación durante un año entero del plan de austeridad puede suponer unos 800 millones de ahorro. Otros 500 millones pueden proceder, no del recorte de gasto, sino de una esperada mejora de la economía traducida en recaudación de impuestos, según los cálculos que ayer realizó el consejero de Economía, Antoni Castells.

Uno de los síntomas de esa mejoría radica en el comportamiento de los ingresos por el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP), que grava la compraventa de pisos de segunda mano y que ha subido del 7% al 8%.

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Según los datos que ofreció ayer el secretario general del departamento, Martí Carnicer, entre enero y junio se recaudaron por este impuesto 388 millones, lo que supone una subida del 18,6% respecto a los 327 millones que entraron en las arcas públicas por este concepto en junio de 2009. "No es poco", dijo. Otra cosa es la parte del impuesto que grava las hipotecas, sean de pisos usados o nuevos. Los ingresos por actos jurídicos documentados (AJD), tributo que también ha subido ligeramente (del 1% al 1,2%), bajaron de junio de 2009 a junio de 2010 de 332 a 263 millones. El hecho de que haya menos hipotecas puede deberse a que los bancos no dan, a que los ciudadanos pidan menos o a que, en todo caso, el consumidor recurra en mayor medida a sus ahorros que a nuevos préstamos.

Sumada la prolongación de las medidas de austeridad actuales a los 500 millones por la mejora de la economía, al nuevo Ejecutivo catalán le tocará afrontar un recorte de gastos adicional con medidas nuevas por unos 1.200 millones. En este sentido, sin mencionar la palabra copago aplicada a determinados servicios, Castells se mostró partidario de esta medida, siempre que Cataluña no la aplique en solitario y que se determine gradualmente en función de la renta o el patrimonio de los ciudadanos. El consejero sugirió que para que las autonomías puedan apretarse aún más el cinturón, al Estado le corresponderá mover ficha con medidas que afecten a la sanidad, los servicios sociales o la educación. Es lo mismo que ha ocurrido con el sueldo de los funcionarios: el Gobierno central decidió su rebaja y las autonomías la aplicaron al sueldo de sus funcionarios.

En el ecuador de 2010, las cuentas de la Generalitat van en la buena dirección: si los ingresos subieron un 2,7% hasta junio, los gastos, que se preveía que se incrementaran un 5,8%, han ido acompasados a los ingresos y han limitado la subida al 2,8%. Así lo reflejan las cuentas hasta junio, presentadas también ayer por Castells. Las cuentas reflejan cómo se desaceleran las remuneraciones del personal, aunque el aumento del 13,1% de los gastos de bienes corrientes y servicios indica que, en vista de que en cualquier momento llegaría el hachazo a los programas de gasto, los departamentos de la Generalitat aprovecharon justo antes del plan de austeridad para aprobar las iniciativas que pudieron.

El oxígeno de las cuentas públicas ante "el derrumbe" de la economía, en palabras de Castells, está siendo el sistema de financiación autonómica. Este aportó, según la liquidación presentada ayer, 1.990 millones de euros netos a la Generalitat en 2009, en que el déficit se redujo en 566 millones, un 10%, hasta 4.706 millones, un 2,42% del PIB. Según los cálculos de Economía, sin nuevo sistema de financiación autonómica los ingresos hubieran sido un 0,8% inferiores y el resultado negativo hubiera escalado a 6.696 millones el año pasado, debido a que los ingresos por impuestos sufrieron una auténtica caída libre de 2.263 millones respecto de lo que se había presupuestado para 2009. Solo por el mencionado impuesto sobre la compraventa de pisos usados se ingresó un 30,9% menos (639 millones menos). Mientras, los gastos no financieros subieron un 7,2%. Los gastos que más crecieron ligan con la crisis. Son los destinados a fomentar el empleo y a la protección social, así como a la ayuda para comprar coches.

El plan antidéficit y sus medidas de ahorro discurren en paralelo a los problemas de tesorería con que lidia, además, la Generalitat por el cierre de los mercados de deuda tras las dudas suscitadas por la economía española, que a tenor de las últimas emisiones del Gobierno central empiezan a despejarse. Estas tensiones provocaron que el Gobierno catalán retrasara 15 días el pago mensual que transfiere a los centros sanitarios concertados en junio y julio. En agosto, avanzó Castells, será también así, y la situación seguira hasta que "se normalicen los mercados".

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