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El Gobierno congelará la ayuda social pese al aumento de la demanda

Convenios trienales en lugar de subvenciones para dar estabilidad al tercer sector

La Generalitat quiere garantizar la financiación de las entidades que soportan gran parte de la carga de asistencia social, pero no es capaz de asegurar el dinero necesario ante la creciente demanda. El Departamento de Acción Social y Ciudadanía presentó ayer un plan de apoyo al tercer sector social (sector no lucrativo o solidario) que prevé la sustitución de las habituales subvenciones por contratos programa de carácter trienal con el objetivo de garantizar sus recursos económicos. Pero al tiempo, la titular del departamento, Carme Capdevila, admitió que para 2009 los presupuestos en ayudas sociales quedarán congelados, lo que imposibilitará, como temen estas organizaciones, la adecuada atención en, por ejemplo, comedores sociales, ayudas a la dependencia, programas infantiles, atención domiciliaria... y así hasta un larguísimo etcétera. Sólo en Barcelona se prevé un incremento de entre el 15% y el 20%, para 2009, un porcentaje inasumible si encima se prevé una congelación del presupuesto.

Las entidades prevén que en 2009 las necesidades crecerán entre el 15% y el 20%

Este año en la capital catalana se atenderá a algo más de 110.000 personas, lo que representa el 9% de la población. Y para 2009, la situación puede empeorar. "[El incremento] no necesariamente ha de ser en población, pero sí en demanda de ayudas", apuntaba el concejal de Bienestar Social del Consistorio, Ricard Gomà. Otro indicador, éste en el caso de Cataluña, de que las necesidades sociales van al alza es que la tasa de pobreza se sitúa en torno al 19% de la población, de acuerdo con un informe realizado por Caixa Catalunya.

El edil ecosocialista y cerca de 400 entidades que colaboran -desde Cáritas hasta fundaciones como Arrels o la Comunidad de Sant Egidio- quisieron ayer hacer visible un frente común ante la crisis suscribiendo toda una declaración de principios. El resumen es sencillo: en tiempos de crisis económica hay que incrementar las ayudas sociales. En el caso del Consistorio barcelonés, si en 2008 el gasto global fue de 112 millones de euros, para 2009 se calcula el 15% más. Este aumento en las cuentas de 2009 se da por seguro porque las negociaciones del presupuesto van en ese camino. Los distintos departamentos de la Generalitat, por su parte, destinan este año cerca de 800 millones de euros en subvenciones al tercer sector.

Debido a esa augurada presión de más demanda, las entidades sociales alertaban ayer al Gobierno catalán y al central -por la aplicación de la Ley de la Dependencia y la de los Servicios Sociales- de que la crisis "no puede parar leyes y garantías sociales". Al revés, se les exigió "poner el foco en los sectores más vulnerables".

La Generalitat es consciente de este problema. De momento, ayer dio el primer paso para solventarlo, aprobando un plan que garantiza la financiación de estas entidades al sustituir las subvenciones de carácter anual por convenios y contratos para la prestación de servicios de tres años de duración. Ello permitirá asegurar la continuidad de las organizaciones y estimular la contratación de personal especializado. La consejera Carme Capdevila calcula unos 50.000 empleos en los próximos años. "El objetivo es reducir la temporalidad y mejorar la capacidad de gestión de las entidades y la capacitación de sus recursos humanos", manifestó tras la reunión del Consell Executiu.

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