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LA CALLE | En la 'web'
Columna
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Gran circo

Tomàs Delclós

El otro fin de semana en Barcelona, pasó un circo espléndido por el Grec, en el Mercat de les Flors. Cuatro chicos y una chica, la tropa de Les 7 Doigts de la Main, celebraron una ceremonia llena de esfuerzo físico, ironía, belleza. No es un circo de carpa. Lo hacen en un teatro a la italiana, como los también canadienses Eloize, que tuvimos hace años en el Victoria. No se trata sólo de admirar todo lo que puede hacer un cuerpo, se trata de construir una escena, lírica, dura, con las cabriolas. El atrezzo es totalmente cotidiano: skates, pelotas de baloncesto, sillas de oficina... y los artistas actúan con su nombre, vestidos de calle. Es un espectáculo sobre los tumbos de la vida urbana. Sin grandes frases. Excepcional.

Como no lo firmaba Stravinski, no tuvieron los honores inaugurales de otras compañías. Es el eterno desdén cultural al circo, sus nuevas propuestas, que sólo salvan las grandes franquicias con shows multimillonarios como el de los también canadienses del Cirque du Soleil, del que la gente de los siete dedos son herederos con una estética menos benevolente.

El Grec tuvo el acierto de traerlos a una ciudad que no mima su circo. En la Red cuelgan todavía las conclusiones que en 2006 redactaron los autores de un plan estratégico de cultura (www.bcn.es/plaestrategicdecultura/circ/conclusiones.html). Grandes frases, buenos propósitos. Los amigos del circo recuerdan en Internet el Oympia. Estaba ubicado en la Ronda de Sant Pau. "En 1947, después de la última función de La bohème y en medio de la miseria de la posguerra, el circo Olympia fue destruido para aprovechar la gran cantidad de hierro que lo sustentaba" (elblocdenotesdentoni).

El desalojo de La Makabra suprimió un espacio de aprendizaje. Quedan otros. Por ejemplo, la loable persistencia del Ateneu Popular 9 Barris (www.ateneu9b.net/). Ofrece varios cursos, más o menos intensos, para distinto tipo de alumnado. El justificante pedagógico de los cursos infantiles es toda una poética sobre el circo: las técnicas del circo como herramientas de expresión y comunicación; fomento del esfuerzo personal y asunción de responsabilidad en el proceso personal; aprender a jugar y trabajar en grupo; ofrecer alternativas creativas para el tiempo del ocio. En el mismo ateneo reside la Escola de Circ Rogelio Rivel, que ofrece 2.000 horas de formación distribuidas en dos cursos académicos.

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