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Huida por el Eixample

Un grupo de decenas de prostitutas subsaharianas huía corriendo durante la madrugada del pasado miércoles por la Rambla de Catalunya y la calle de la Diputació, que estas trabajadoras no suelen pisar. Otras aguardaban a sus clientes apostadas en las inmediaciones del lado de la montaña de la plaza de Catalunya, otro lugar donde su presencia es más bien rara.

Estas escenas insólitas eran el primer efecto del parche del Ayuntamiento, que cree que una mayor presencia policial en el Raval atajará la oferta de sexo en las calles. Aunque el dispositivo extraordinario empezó esta última noche, ya hubo más agentes patrullando la zona entre el martes y el miércoles. Así que algunas trabajadoras se refugiaron en la zona noble del Eixample, aunque otras muchas se quedaron en La Rambla. Allí, en la esquina con la calle del Hospital, remarcaba una rumana: "Hoy tengo pocos clientes, hay mucha policía".

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También en los porches de la Boqueria merodearon los agentes de la Guardia Urbana durante esa noche tras la polémica desatada en los últimos días. Durante un rato, a la Guardia Urbana le acompañaron unos técnicos municipales que medían la iluminación del recinto. Mientras, los vecinos seguían reclamando soluciones duraderas.

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