_
_
_
_
_
Crítica:TEATRO | 30/40 LIVINGSTONE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Insustancial

Había tanta expectación y tantas entradas vendidas con antelación para ver lo nuevo del tándem formado por Sergi López y Jorge Picó tras el éxito de Non solum que el festival Temporada Alta tuvo que añadir un par de funciones a las programadas inicialmente. Y es que Non solum, estrenado en el mismo espacio y festival en 2005, fue toda una sorpresa. Los que no le habíamos visto en sus inicios con Toni Albà descubrimos a un Sergi López tremendamente versátil, capaz de desdoblarse en un montón de personajes a un ritmo trepidante y con mucha gracia, y descubrimos también a un Jorge López detrás de un montón de escenas estupendamente hilvanadas en un in crescendo de situaciones extravagantes que derivaban en carcajadas.

30/40 LIVINGSTONE

Autoría, interpretación y dirección:

Sergi López y Jorge Picó.

Teatro de Salt, Girona, 4 de diciembre.

30/40 Livingstone, anunciado como un espectáculo de humor, tenis y antropología, prometía mucho. ¿Quiénes mejores que ellos para aunar tres disciplinas con tan poco en común? Suponíamos que estaba inspirado en el célebre explorador y misionero, por el título, y sabíamos, por las fotos, que, en esta ocasión, Jorge Picó compartiría escenario con Sergi López encarnando a una especie de ciervo. Y hasta ahí así es. Desarrollan el planteamiento inicial, la historia de un tipo que ya de niño demuestra una clara afición por la búsqueda y que se acaba encontrando con una vida familiar convencional con la que no se identifica. Y decide, emulando al aventurero escocés, dejarlo todo y trasladarse a la selva. A partir de los 15 o 20 minutos iniciales, la cosa, que debería crecer hacia algún tipo de nudo, se dispersa y se diluye. El público sigue riendo, pero menos, carcajadas sueltas. Y es que Sergi López es muy simpático, nos cae muy bien y tiene el don de hacer reír a cualquiera contando lo que sea con sus gestos y esa actitud de quien se ve superado por las circunstancias y se va adaptando a ellas como mejor puede. Pero, en realidad, el desarrollo es bien flojo. Una pena, porque ambos, López y Picó, son capaces de mucho más.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_