Interior mantendrá a los Mossos en La Rambla hasta otoño

El Departamento de Interior mantendrá el refuerzo policial en La Rambla de Barcelona hasta, por lo menos, finales de otoño. Ése es el compromiso que adquirió ayer el secretario de Seguridad, Joan Delort, en la reunión que mantuvo con los vecinos. El encuentro se produjo tras el revuelo causado por las relaciones sexuales mantenidas entre prostitutas y clientes que, hasta hace unos días, podían verse en los soportales del emblemático mercado de la Boqueria.

El dispositivo especial diseñado por Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana ha logrado frenar, por ahora, el sexo en la calle. Las prostitutas, además, se han visto obligadas a huir del centro y se han dispersado por otras partes de la ciudad. En concreto, el colectivo de jóvenes subsaharianas ha ocupado con mayor intensidad la plaza de las Glòries.

La Asociación de Amigos, Vecinos y Comerciantes de La Rambla fue la única entidad que participó en el encuentro con Delort. El operativo conjunto está centrado, de hecho, en mantener la vigilancia sobre esa vía. Cada noche, decenas de agentes y de coches patrulla recorren La Rambla y las calles adyacentes sin cesar.

A la reunión asistieron también la concejal de Ciutat Vella, Itziar González, y el jefe de los Mossos en Barcelona, el comisario Joaquim Belenguer.

El portavoz de la asociación, Ramon Lamazares, expresó su satisfacción por el compromiso de la Dirección General de Policía. Pero matizó que la presencia policial es sólo una solución a corto plazo. Lamazares insistió en la necesidad de que la Administración asuma el debate que estos días se ha reavivado con fuerza: la regulación del sexo de pago. Interior insiste en que no encabezará ninguna medida en ese sentido. Delort se comprometió a llevar a la agenda política del Gobierno catalán el debate sobre la prostitución y a trasladarle los argumentos de los vecinos. A juicio de Interior, el problema de la prostitución "no se puede resolver únicamente desde la vertiente policial", sino que se debe abordar "de forma transversal" teniendo en cuenta "la situación precaria y de explotación que padecen las mujeres".

La policía tenía previsto reforzar ayer, a última hora de la noche, su presencia en el Raval con una acción conjunta de los tres cuerpos que operan en Barcelona: la Guardia Urbana, encargada de hacer cumplir la ordenanza de civismo; los Mossos d'Esquadra, responsables de la seguridad ciudadana; y el Cuerpo Nacional de Policía, que mantiene las competencias en materia de extranjería.

El operativo responde a una iniciativa del Ayuntamiento -que necesita acallar las críticas por la degradación del espacio público en Ciutat Vella- y busca detectar "focos de inseguridad ciudadana" e identificar a las prostitutas que están en situación irregular en España. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona y diversas entidades que apoyan el derecho de las prostitutas a ejercer libremente pidieron ayer la derogación de la ordenanza de civismo por "ineficaz" y porque, a su juicio, ha precarizado las condiciones de trabajo de las mujeres.