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Reportaje:

Jaque a la alcaldesa

La pugna en el PSC por la recalificación de los terrenos del Club de Fútbol Badalona hace tambalear al gobierno municipal

Badalona

"Se han cargado el peón de la reina". El ajedrez ayuda a algunos ediles de Badalona a referirse al episodio que ha costado el cargo a Àngel Puyol, jefe de gabinete de la alcaldía y hombre de confianza de la alcaldesa, la socialista Maite Arqué. En 1996, Puyol vendió un piso de los levantados por la empresa municipal, de la que entonces era gerente. La beneficiaria fue su hija. La venta de la vivienda, edificada en un terreno expropiado por el Ayuntamiento, se realizó sin apenas publicidad y por un precio extraordinario: un dúplex de 89 metros cuadrados por 11,5 millones de pesetas.

La lectura unánime de todos los grupos es que detrás de todo ello hay un ajuste de cuentas entre sectores del PSC local. La caída de Puyol es el último episodio -desvelado ocho años después de que que sucediera- y su objetivo es perjudicar el prestigio de la alcaldesa de Badalona.

Hasta la oposición al gobierno municipal -PSC, ERC e ICV- percibe que se halla ante un pulso en el seno del PSC. Ferran Falcó, concejal de CiU, asegura: "Es inútil pedir responsabilidades políticas que vayan más allá de la dimisión justificada de Puyol". Nadie quiere adentrarse en un terreno demasiado cenagoso.

Fermín Casquete -ex sindicalista de la UGT, actual director general de la empresa de transporte urbano Tugsal y presidente del Club de Fútbol Badalona-y Eduard Tortajada -primer teniente de alcalde y hombre de Arqué- son los protagonistas de esta pugna del PSC que hasta ahora se ha desarrollado intramuros y ahora sale incluso a las ondas.

Casquete se ha atrevido a citar recientemente con nombres y apellidos en Ràdio Ciutat de Badalona a los concejales del grupo socialista de su cuerda -o, como él prefiere decir, de su "sensibilidad"-. A la pregunta de este diario sobre si fue una imprudencia política, que ha sentado fatal a los miembros del gobierno local, Casquete respondió: "No lo creo, a los aludidos no les ha causado ningún malestar".

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Con esas palabras, Casquete quiso marcar territorio en el pulso que mantiene con la alcaldesa para que el Ayuntamiento recalifique los terrenos del campo del Club de Fútbol Badalona, del que el aludido es presidente. Con ello quiere que puedan levantarse pisos y con las plusvalías que genere la operación trasladar el recinto deportivo a otro enclave menos céntrico de la ciudad , "Casquete ha ido demasiado lejos, ha rebasado todos los límites admisibles", en opinión del primer teniente de alcalde, el socialista Eduard Tortajada.

El estadio está situado en la avenida de Navarra, entre los dos parques públicos con más encanto de Badalona (Cal Arnús y Can Solei); tiene una superficie de 14.088 metros cuadrados, y está valorado en 18 millones de euros.

La última demostración de fuerza de Casquete tuvo lugar hace varias semanas en la asamblea convocada para elegir a los delegados que debían asistir al 10º congreso del PSC. De los 800 asistentes, más de 500 se alinearon con el ex sindicalista.

Tortajada, que acostumbra a ser parco en palabras con los periodistas, no duda en referirse al sector de Casquete diciendo: "Es un grupo organizado que distorsiona e introduce un grado de confusión altísimo". Tampoco Casquete se muerde la lengua y dice que actualmente no desempeña ningún cargo en el partido, aunque admite que tiene "bastante ascendiente sobre muchas personas".

El terremoto en el partido está agrietando el poder municipal. La alcaldesa, cuya principal baza es su popularidad y su facilidad para conectar con la ciudadanía, está pasando uno de los peores momentos de su vida política. Quiere dejar claro que para ella lo principal es "ejercer de alcaldesa y defender los intereses de la ciudad", porque entiende que las sacudidas en el partido no tienen que llegar a la institución.

Pero el caso de su ex jefe de gabinete por un caso ocurrido en 1996 deja entrever que la guerra está abierta. Según el informe de la comisión que investigó el asunto, presidida por la edil de Iniciativa (ICV) Muntsa Niso, no se incurrió en ilegalidad alguna. Pero la propia Niso apuntó que sí se han constatado irregularidades que justifican su dimisión, "como la insuficiente publicidad que se hizo de la promoción de viviendas".

Respecto a la tensión reinante en la agrupación del PSC de la tercera ciudad de Cataluña en número de habitantes, la concejal Niso pone el dedo en la llaga: "Es inadmisible que haya personas que desde fuera del Ayuntamiento puedan condicionar la tarea del gobierno local". La líder de ICV no duda en clasificar como de "estilo siciliano" la forma que tienen algunos de hacer política y anima a Arqué a romper con la inercia del pasado "asumiendo el liderazgo y cortando ciertas dinámicas".

No falta quien augura, de continuar la actual situación, un jaque mate a la alcaldesa para antes de fin de año.

Los sombreros de Casquete

Fermín Casquete se cambia el sombrero de sindicalista por el de empresario o directivo deportivo sin dificultad. Nombrar a este vallisoletano de 56 años, hecho a sí mismo, no deja indiferente a nadie en Badalona. En medios municipales sus adversarios le temen, pero es en el terreno empresarial y deportivo donde cosecha elogios sin fin. Bajo su mandato, el Club de Fútbol Badalona ha subido a la categoría 2ª B, algo que no lograba desde hace más de 30 años. La carrera profesional de quien empezó como obrero metalúrgico ha sido más que fulgurante: actualmente es director general de la empresa Tugsal, con una plantilla de 582 empleados, una de las más importantes de Badalona. Le enorgullece haber aprendido cuanto sabe durante su etapa de sindicalista en la UGT sin necesidad de pasar por la Universidad. Como empresario, algunos empleados le tildan de paternalista.

Se jacta de hablar claro y de cantarle las verdades del barquero al lucero del alba. No se corta ni un pelo para aconsejar a la mismísima alcaldesa: "Maite se debe desprender de sus macutos". Ése es el término con el que alude a los concejales que la apoyan, con los que él está enfrentado. El sector de Casquete en el PSC se mostró favorable en su día a que Maite Arqué llegara a la alcaldía. Era la candidata de consenso: las aguas en el socialismo badalonés bajaban turbias, después del relevo del polémico Joan Blanch. Ahora las cosas han cambiado.

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