Joan Colom confiará al MNAC su fondo fotográfico

El fotógrafo Joan Colom depositará parte de su ingente material fotográfico en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), según aseguró ayer él mismo mientras visitaba la exposición El color de Ciutat Vella, que recoge su trabajo en color de los últimos 30 años y se puede ver en Sonimag hasta el día 27 de marzo.

Joan Colom afirmó que los negativos quedarán en poder de sus dos hijas "para que los gestionen hasta que ellas quieran". El MNAC aseguró que existen contactos con el fotógrafo, pero negó que se haya producido un acuerdo.

El fotógrafo Joan Colom (Barcelona, 1921) donará una parte de la ingente producción fotográfica realizada en 50 años de trabajo al Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC). Así lo confirmó ayer durante su visita a la exposición El color de Ciutat Vella, donde pueden verse 80 imágenes en color coincidiendo con la celebración del salón Sonimag de Barcelona. "Serán más de 400 imágenes positivadas, tanto en blanco y negro como en color, todas en el mismo formato", aseguró el fotógrafo, que en abril cumplirá 90 años. "Los negativos quedarán en manos de mis hijas hasta que ellas quieran", añadió Colom mientras paseaba junto con su esposa y sus hijas por la exposición que recoge su producción de los últimos 30 años, en los que ha seguido fiel a su técnica: no utilizar el visor y realizar imágenes con la cámara a la altura de las rodillas para que los personajes no se percaten.

"Quiero que mi trabajo se quede en mi país y en un museo como el Museo Nacional de Arte", aseguró Colom mientras recibía felicitaciones por su trabajo de los que le reconocían. "Estuve con los hermanos Centelles y no les dije nada, pero creo que no debieron vender las fotografías de su padre por 200.000 euros más", afirmó.

Fuentes del MNAC aseguraron: "Hace tiempo que se habla del tema y sabemos que es su voluntad, pero no se han producido reuniones ni se ha hablado de condiciones. En todo caso, estaremos encantados de que sea así".

Colom, conocido por su trabajo en el Barrio Chino a finales de los años cincuenta, presenta por segunda vez (la primera fue en 2003, también en Sonimag) parte de sus obras menos conocidas, las realizadas en color durante 30 años, en las que repite la mirada tierna y respetuosa a prostitutas, turistas, delincuentes, novias, policías y transeúntes de La Rambla y de las calles adyacentes.

El autor, que trabajó como contable en una empresa hasta que se jubiló y que ha recibido reconocimientos como la Creu de Sant Jordi que ayer lucía en la solapa de su traje, sigue realizando fotografías a diario con su Nikon de negativos (antes lo hizo con una Leika M2) y luego las selecciona y clasifica con mimo. "Hace dos meses que no hago fotografías porque las dos cámaras están estropeadas", aseguró.

"Ahora me concentraré en la antológica de toda mi obra. Será póstuma, aunque esté mal decirlo, porque creo que ya no habrá más", explicó con humor. "La comisaria será Laura Terré y he hablado con Mascarell para decirle mi intención, pero todavía no sabemos cuándo será ni dónde", dijo el veterano fotógrafo, que hasta el 27 de marzo muestra su obra en blanco y negro en Madrid. "Tampoco descarto que se pueda hacer fuera", remachó.