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El Lliure propone un viaje teatral por la historia reciente

4 equipos de autores y directores crean 'Dictadura-Transició-Democràcia'

Jacinto Antón

Desde lo alto de las farolas cuatro efigies nos contemplan: son las banderolas con los rostros, retocados a lo Warhol, de Franco, Suárez, Tarradellas y un jovencísimo e idealizante Felipe González. Simbolizan las cuatro estaciones, las cuatro partes que componen uno de los proyectos más ambiciosos del Teatre Lliure, el espectáculo Dictadura-Transició-Democràcia, que se estrena hoy (hasta el 2 de mayo) y en el que cuatro equipos de autores y directores de diferentes generaciones pasan revista, sin ánimo de exhaustividad, a la historia reciente de Cataluña y España.

En cuatro piezas de 20 minutos cada una, los participantes en este singular encargo han recreado a su manera el año en que nacieron aludiendo a las vicisitudes políticas y sociológicas de entonces. Los actores (también de distintas generaciones) son los mismos para todas las historias, como lo son los responsables de escenografía y luces, aunque los espacios son diferentes partes de la sala Fabià Puigserver por los que tendrá que ir transitando el público. La propuesta se complementa con un coloquio, una exposición y dos lecturas de poemas de las diferentes épocas evocadas o conjuradas. Estas son los años 1962 (Dictadura 1, a cargo de Xavier Albertí y Lluïsa Cunillé), 1968 (Dictadura 2, Roger Bernat), 1978 (Transició, Jordi Casanovas), y 1989 (Democràcia, Nao Albert y Marcel Borràs). La "tragicomedia" de Cunillé y Albertí, explicó ayer el director, transcurre en los momentos en que el régimen franquista exhibe la curiosa etiqueta de "democracia orgánica" y se produce el "contubernio de Múnich" (Arriba dixit). Es el tiempo de las suecas, el Spain is different y el "atado y bien atado". En un piso en el Eixample un ama de casa alquila sillas para ver su recién adquirida televisión, en la que un tal Raphael ganará el festival de Benidorm. Entre los personajes, un recién liberado de 10 años de trabajos forzados, una puta con experiencia en la Sexta Flota y un cura comunista. La obra incluye referencias a Berlanga, Buñuel y Marisol.

Albertí y Cunillé viajan al tiempo del "contubernio de Múnich"

Bernat, por su parte, ha montado su pieza en torno a la grabación sonora del mítico concierto de Raimon en la facultad de Ciencias Políticas y Económicas de Madrid el 18 de mayo de 1968. Lograr esa grabación perdida ha requerido, explicó, toda una pesquisa cuasidetectivesca. El creador ha construido un artificio escénico para hacer llegar esa cinta inédita al público y trasladarlo a mayo del 68. Casanovas centra su historia en un plató de televisión de la transición y a través de una anécdota de censura protagonizada por Montserrat Roig se pregunta qué se hizo mal entonces y por qué se rebajaron las expectativas. Por último, Albert y Borràs, que también actúan, parten de un diálogo entre dos jóvenes de 20 años en el País Vasco para confeccionar "un thriller político" y observar que el cambio "no lo ha sido tanto".

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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