Madres gitanas debaten sobre la inserción escolar de sus hijas

Pilar Cortés, una maestra gitana que asistió ayer en Reus a un encuentro de estudiantes gitanas de toda Cataluña, pidió al centenar de madres que asistieron al encuentro, que animen a sus hijas a cursar "al menos, los estudios obligatorios" porque advirtió de que "un pueblo que no le da importancia a la educación no avanza". Pilar es ahora un referente, pero confesó que en su tiempo de estudiante se sintió sola. Durante su exposición aseguró que hay cierto recelo entre las jóvenes gitanas a llegar más allá de los estudios básicos, que atribuyó en alguna medida al miedo a perder la identidad. "Por ir a la Universidad, no dejo de ser gitana", les dijo. En las discusiones, se puso de manifiesto el "miedo" a la ESO.

Muchas madres coincidieron durante sus intervenciones en confesar ese temor, porque ven a sus hijas de 12 años demasiado pequeñas para dejar el colegio de primaria e ir al instituto junto a chicos de 16 años. En uno de los grupos, para justificar que el temor tiene algún fundamento, una madre denunció una reciente agresión sexual a una menor gitana en un instituto por parte de varios compañeros dentro de un aula, en un cambio de clase. Según explicó la mujer, los padres de la menor han denunciado a los profesores porque los agresores fueron expulsados del centro, pero ellos no fueron informados.

En las conclusiones se acordó pedir la construcción en los barrios de centros educativos en los que se pueda cursar toda la enseñanza obligatoria. De otro modo, no se conseguirá, al menos en el mundo gitano, la escolarización hasta los 16 años. En la práctica, ocurre lo contrario. "Antes al menos estudiábamos hasta los 14 años y ahora dejan los estudios a los 12", dijo una participante. También se acordó intentar que se introduzca algo de la cultura gitana en el currículo escolar y que se contraten monitores gitanos porque los niños sienten que el mundo de la escuela tiene muy poco que ver con el suyo.