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Maragall, abucheado por padres de alumnos de la privada

El consejero de Educación, Ernest Maragall, participó ayer en el acto de celebración del XXV aniversario de la Federación de Asociaciones de Padres de Escuelas Libres, que agrupa a centros privados. El presidente de la entidad, Antoni Arasanz, se dirigió al consejero, que presidía el acto, para informarle de que en su asociación "no gustan" los folletos sobre sexualidad que distribuye el Gobierno catalán a los niños en las escuelas porque, a su juicio, en ellos "no se habla de valores, de confianza, ni de la familia, sino sólo de sexo". Cuando el consejero empezó a dar explicaciones, sonaron silbidos y abucheos. Maragall, visiblemente enojado, advirtió a los asistentes de que, de proseguir con su actitud, daba por acabada su participación en el acto. "Déjenme hablar, y al final, si no les gusta mi intervención, sílbenme, pero antes dejen que me pueda explicar", pidió el consejero.

En este acto, Maragall afirmó que, con la controvertida futura Ley de Educación, desaparecerán "progresivamente" las cuotas voluntarias de las escuelas concertadas en la comunidad.

Aportaciones de dinero

Estas cuotas son aportaciones monetarias complementarias que tienen que realizar los padres de los alumnos en algunos centros concertados (aquellos que reciben ayudas directas del presupuesto público) para ser escolarizados. En la concertada, como en la pública, la enseñanza tiene que ser, por ley, gratuita y es la Administración la que corre con los gastos.

El consejero aseguró que la eliminación de estas cuotas traerá la "verdadera libertad de elección de centro", al no haber "barreras económicas", y añadió que lo que se pretende con la futura ley es la "equidad" en el acceso a la educación.

Maragall aseguró que la futura normativa es consecuencia de los "cambios en profundidad" que se han dado en los últimos 30 años en Cataluña y también en España. En este sentido, defendió que con la nueva normativa se conseguirá un sistema educativo "ambicioso, exigente y que permitirá alcanzar metas de equidad y excelencia".

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Maragall justificó también el papel del catalán como lengua vehicular "para mantener el país unido". El consejero afirmó que esto no es incompatible con el "conocimiento y aprecio de la lengua castellana", sino que al contrario, supone una "riqueza" añadida.

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