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Mayor Oreja elogia que su bisabuelo prohibiese hablar vasco

El candidato del PP se opone al uso del catalán en Europa

El PP dijo que atendería especialmente a Cataluña durante su campaña para las elecciones europeas del próximo junio y ayer el cabeza de lista de ese partido visitó Barcelona. Allí se sumó a la oposición del PP a la inmersión lingüística en las escuelas catalanas. El partido aprovecha la tramitación de la ley de educación, que ha llevado al Consejo Consultivo, para atizar su oposición a este modelo, y Mayor se retrotrajo a finales del siglo XIX para recordar que su bisabuelo se aseguró de que sus hijos aprendiesen el castellano en un pueblecito de Euskadi: "Les prohibió que hablaran en vasco en su casa". Y así "no se encerraron en el granero", se jactó el político guipuzcoano. En primera fila escuchaba la cúpula del PP regional, empezando por su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho.

Mayor tampocó evitó opinar sobre la oficialidad del catalán en el Parlamento Europeo, que defienden los candidatos catalanes del PSC, CiU, ICV y ERC, pero no los del PP, y contra la que Mayor ha votado en la Cámara de Bruselas. El candidato justificó esta posición explicando que en Europa lo que hay que hacer es cerrar filas para defender el español y añadió que esta lengua "no tiene el trato que se merece en la Unión". Mayor abogó por que el castellano se convierta, con el inglés, en la lengua vehicular de la UE. "El gran debate es cómo podemos conseguir que, además del inglés, la otra gran lengua sea el español", resumió Mayor. Y si el vasco suponía un obstáculo para los objetivos de su bisabuelo, el catalán podría poner palos en las ruedas a su objetivo. Así que el popular optó por relegarlo al ámbito no doméstico, pero sí autonómico. "El catalán tiene que ser defendido en Cataluña", proclamó.

Pero Mayor dedicó la mayor parte del tiempo que duró su conferencia a hablar de la crisis. Encuadró los comicios que se avecinan en este contexto: "Son unas elecciones para, sobre y ante la crisis", interpretó. Pero subrayó que no hablaba solo de una crisis económica, sino de una debacle que superaría este ámbito y sería, insistió, "moral". Ante este diagnóstico de decadencia, Mayor recetó "más persona y más España". Y dio por acabado el ciclo político de Zapatero para establecer un paralelismo entre estos comicios europeos y los de 1994, que, opinó, pusieron a José María Aznar en la senda hacia La Moncloa, que alcanzó en 1996.

Pero para repetir el camino, el PP debe "adquirir más nervio político, más envergadura, y hacer mejor las cosas", concedió el candidato. Y volvió a echar la vista atrás para encontrar un modelo en el primer Gobierno de Aznar. "Nuestro único aval de futuro es la lealtad al pasado más reciente", reivindicó.

También se felicitó por el pacto en Euskadi entre el PSE y el PP, aunque evitó elucubrar sobre los pactos posibles en Cataluña: "Por mi parte sería una injerencia absurda y ridícula decir lo que tiene que hacer el PP de Cataluña".

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