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Reportaje:

Mover el músculo al salir de clase

La práctica del deporte extraescolar se dispara hasta los 200.000 alumnos - Las modalidades que más crecen son el baloncesto, voleibol, fútbol y yudo

Los lunes y los jueves, entrenamiento. Y los sábados, partido. Sandra, Núria y Claudia forman parte de la legión de alumnos que en Cataluña hacen deporte al acabar las clases. Pertenecen al equipo de voleibol del instituto Martí Dot, de Sant Feliu de Llobregat. Juegan al acabar las clases. Las tres alumnas son el ejemplo de cómo está creciendo el deporte fuera del horario lectivo.

Unos 200.000 alumnos de centros públicos practican deporte fuera del tiempo escolar, según datos de la Secretaría General del Deporte de la Generalitat. El tirón llega al amparo del Plan Catalán del Deporte en la Escuela, que empezó a fraguarse hace cinco cursos con apenas 13.000 alumnos y que hoy llega a los 200.000.

La práctica está creciendo sobre todo en secundaria. Baloncesto, fútbol, hip-hop, voleibol y yudo son algunos ejemplos. "Los chicos y, más aún, las chicas, dejaban de hacer deporte al empezar la secundaria" a los 11 años y acentuaban el abandono a los 14 y 16, destaca Carolina Garzo, una de las responsables del Plan Catalán del Deporte en la Escuela. "Partíamos con índices muy reducidos de participación de los estudiantes en deportes más allá de los que hacen en la asignatura de Educación Física. Uno de nuestros objetivos era priorizar el deporte entre los estudiantes de secundaria, que es donde se producía un descenso acusado", dice Garzo. Marcel Redondo, técnico de la asociación de familias de alumnos Fapac, afirma que el 80% de las asociaciones de padres y madres de secundaria tienen asociación deportiva, frente al 40% las de primaria.

Jesús Dorado, que es profesor de Educación Física del instituto Martí Dot, de Sant Feliu de Llobregat, lo corrobora. "Hacen deporte y hacen amigos. Es sano y se lo toman con deportividad". La Generalitat, los ayuntamientos y los centros cubren buena parte de los gastos que comporta hacer deporte. "En este instituto las familias están pagando 16 euros por alumno al mes", dice Dorado. Claudia Ferrer, Nuria Montilla y Sandra González compiten contra otros colegios del Baix Llobregat. "Nos lo pasamos muy bien", dice Claudia al acabar su entrenamiento en el patio del instituto Martí Dot.

Carlos Gómez está en segundo de ESO y ha preferido entrar en un equipo de baloncesto y estudiar inglés fuera del horario escolar. "El baloncesto me gusta y tenemos un grupo en el que todos nos llevamos bien", dice. Un informe del Ayuntamiento de Barcelona señala que el 66,8% de los alumnos de centros públicos practican algún deporte fuera del horario escolar, según datos de 2007. El aumento ha sido espectacular. Una década atrás eran sólo el 40,1%.

En Barcelona, el Ayuntamiento está promoviendo que abran los patios de escuela cuando acaban las clases. Ya hay más de una veintena abiertos, aunque ninguno en Ciutat Vella, precisamente donde menos deporte practican los alumnos. El Ayuntamiento quiere acabar este mandato en mayo de 2011, con 53 patios abiertos en la ciudad.

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El 13% de los niños tiene sobrepeso

Practicar deporte no basta muchas veces para evitar el sobrepeso entre los niños y los adolescentes. En Cataluña, el 13,3% de las niñas y niños que tienen entre 6 y 14 años tiene sobrepeso. La Generalitat tiene un servicio para aconsejar sobre los menús escolares y ayudar así a evitar el sobrepeso. "Deporte es igual a más salud", dice Gemma Salvador, dietista del Departamento de Salud de la Generalitat. "El exceso de peso se produce por la grasa. No por la masa muscular que tenga el deportista", asegura Salvador.

"Si alguien ve que no es suficientemente bueno en un deporte no debe obsesionarse y los padres no tienen que apretarle. Lo que debe hacer es moverse y no insistir en que haga deporte a gran ritmo", recalca la dietista. El Departamento de Salud de la Generalitat tiene un equipo dedicado a ayudar a los colegios que lo piden a confeccionar menús para los escolares. Se busca que las comidas sean sanas y evitar también algunas malas prácticas "como los pastelitos en los postres", que ya se han desterrado de los menús, explica la dietista.

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