Nissan amenaza con cerrar en 2012 si no recorta 1.680 empleos

Nissan ha advertido a la Administración y a los sindicatos de lo que puede ocurrir si no se avienen a acordar un recorte de plantilla de 1.680 personas en el plazo de 10 meses: que se vaya.

La memoria explicativa del expediente de regulación de empleo (ERE) presentado finalmente ayer, poco antes de las 18.00 horas, ante el Departamento de Trabajo de la Generalitat y entregado previamente a los sindicatos de la factoría advierte de un "riesgo" de cierre en un plazo de cuatro años.

"La única alternativa para garantizar la continuidad de la actividad en la planta de Barcelona conlleva la adecuación de los volúmenes de actividad a las exigencias del mercado", advierte, así como "la implantación de medidas organizativas, económicas y productivas que permitan mejorar su nivel de competitividad para estar a la altura de otras plantas mejor posicionadas y optar a la adjudicación de nuevos modelos a partir de 2010".

La firma carece de empleo temporal para adaptarse al mercado

El plan prevé 1.288 despidos ahora y 392 en septiembre de 2009

De no ser así, la compañía avisa de que "la situación se irá agravando, con volúmenes de actividad cada vez más reducidos, y con riesgo de no continuidad en la actividad en 2012", puesto que es entonces cuando finaliza el ciclo de vida de los modelos que se producen ahora en la Zona Franca.

Nissan aduce, pues, causas "organizativas y productivas" para intentar justificar el ERE, que se plantea en estos términos: por ahora, y hasta final de año, reclaman el recorte de 1.288 empleos. Y para antes de septiembre de 2009, avanza un segundo expediente para 392 personas.

Como al resto de los fabricantes de automóviles, y aún más por el tipo de vehículos que fabrica en Cataluña, a Nissan se le está cayendo el mercado. A partir este mismo mes, se producirá un descenso en el nivel de actividad de la planta aproximadamente del 40%, equivalente a 302 vehículos al día. La factoría de la Zona Franca tiene previsto cerrar el actual ejercicio fiscal 2008 con una producción de 107.828 unidades, cuando en enero la previsión era de 169.569, lo que supone una reducción del 36,4% respecto de las estimaciones. El año pasado se fabricaron 192.910 vehículos.

Entre enero y agosto, las ventas de los modelos producidos en Barcelona sufrieron caídas del 30% en el caso del Pathfinder, del 29% en el del Navara y del 16% en el del Primastar, y los pronósticos que maneja la compañía no son halagüeños, dado el bajo índice de confianza del consumidor.

Sin embargo, el grupo asegura que su problema es "de naturaleza estructural" y que la actual coyuntura de crisis sólo "ha precipitado los acontecimientos". Las conclusiones del ERE apuntan que el recorte es "el remedio último posible para hacer frente a la situación con que se enfrenta" el grupo nipón, participado por Renault.

Nissan aduce, además, la "nula flexibilidad" que tiene a la hora de maniobrar, después de quedarse sin trabajadores temporales. La Inspección de Trabajo obligó el año pasado a convertir en fijos varios centenares de empleos. Hoy hay un solo trabajador temporal en la fábrica.

El viernes pasado, el presidente de la Generalitat, José Montilla, prometió ser exigente con los plantes industriales de las multinacionales, pero también dio un toque a los sindicatos, al pedirles "flexibilidad" y escasa "conflictividad social" para que las empresas no teman seguir invirtiendo en Cataluña.

Fuentes de Nissan señalaron que el grupo "está dispuesto a estudiar medidas, como prejubilaciones y bajas voluntarias, y ocuparse de ayudar a recolocar a parte de los empleados, como parte de un plan social". Los sindicatos sólo estaban dispuestos a negociar sin la espada de Damocles de un despido masivo.

En un comunicado, el consejero director general de Nissan Motor Ibérica, Fumiaki Matsumoto, aseguró que se intentará "minimizar el impacto social" del recorte y que los ajustes "servirán para posicionar mejor la compañía en un entorno de mercado muy complicado".