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PP y CiU quedan en minoría en Tarragona tras la expulsión de tres concejales

Un edil histórico de Convergència deja el partido y apoyará al PSC en las municipales

Nueva crisis en el Ayuntamiento de Tarragona. CiU y PP, socios de gobierno, se quedaron ayer en minoría en el pleno municipal al pactar la expulsión de tres concejales, dos ex populares y otro histórico convergente, Agustí Mallol, que anteayer por la noche comunicó su intención de darse de baja del partido. Mallol explicó su marcha de Convergència i Unió por el escándalo urbanístico de Terres Cavades y, entre otros argumentos, por la "politización" del Club Gimnàstic de Tarragona, presidido actualmente por un concejal de Unió.

Mallol, afiliado a la UGT desde su juventud, era concejal de Medio Ambiente desde las primeras elecciones que ganó Nadal en 1991, primero como independiente, y luego como militante de CiU.

"No puede ser que estos concejales utilicen ahora su cargo público para promocionarse y luego presentarse con otras siglas", explicaron ayer fuentes convergentes para justificar la decisión de retirar las atribuciones de Patrimonio a Maria Mercè Martorell, de Relaciones Ciudadanas a Esteve Ortiz y de Medio Ambiente a Agustí Mallol. Martorell y Ortiz abandonaron el Grupo Popular el pasado 7 de diciembre y son ahora integrantes del grupo de los no adscritos, anteriormente llamado grupo mixto.

La ya ex concejal de Patrimonio ha creado una candidatura independiente local con la que concurrirá a los comicios del 27 de mayo. De esta forma, el equipo de gobierno tarraconense se queda en minoría hasta las próximas elecciones y el consistorio únicamente celebrará un plenario municipal, para aprobar el plan especial de la Part Alta.

La intención de Mallol de abandonar la militancia convergente desencadenó ayer la crisis. Este concejal, que ha argumentado sentirse incómodo desde el escándalo urbanístico de Terres Cavades, no contaba con el apoyo del sustituto del actual alcalde Joan Miquel Nadal, Joan Aregio, que es también el presidente de la Diputación de Tarragona.

Secreto a voces

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Era un secreto a voces que Mallol no seguiría en las listas de CiU, o al menos no colocado en los lugares con opciones, desde que Aregio anunció recientemente su intención de renovar la mitad de las caras convergentes en estas próximas elecciones municipales. Agustí Mallol siempre ha ocupado la cartera de Medio Ambiente y ha estado ligado personalmente a Joan Miquel Nadal, quien lo fue a buscar a UGT para integrarlo en su proyecto aún a sabiendas de que sus convicciones ideológicas podrían chocar con un gobierno local de Tarragona en el que CiU gobierna con el PP. De hecho, Mallol participó activamente en la huelga general contra el segundo Gobierno de Aznar.

El ex concejal de CiU es también el actual presidente de la federación de peñas del Nàstic de Tarragona y hace un año y medio Nadal le encomendó la labor de tutelar las relaciones de Convergència Democràtica las asociaciones de los barrios de Tarragona, en un intento de que ganara aún más popularidad y así convertirlo en intocable para Aregio.

Fuentes de CiU minimizaron ayer el peso electoral de Mallol pese a ser una de las caras convergentes más conocidas en Tarragona, que además presentan un candidato, Joan Aregio, que los socios de Unió Democràtica criticaron por ser poco conocido entre la población.

Negociación con el PSC

La salida de Mallol del grupo municipal de CiU, en el que nunca ha formado parte del "núcleo duro" de toma de decisiones, pese a su vinculación con Nadal, ha sido una operación dirigida por el PSC según diversas fuentes. Varios conocedores de las negociaciones entre los socialistas y Mallol aseguraron que "está abierta la posibilidad" de que el ya ex concejal convergente se integre en las listas del PsC -en un número entre el dos y el seis-, aunque también existe la opción de que, si los socialistas forman gobierno después de los comicios, Mallol obtenga algún cargo de relevancia en la gestión municipal.

En cualquier caso, el histórico edil convergente apoyará la candidatura de Josep Fèlix Ballesteros, que aspira por segunda vez a arrebatar la alcaldía a CiU. Ballesteros dijo ayer que la salida de Mallol evidencia un "final de etapa" y pone de relieve la "descomposición del equipo de gobierno".

Ahora, CiU y PP no suman mayoría suficiente para aprobar el Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM), el gran proyecto pendiente de Nadal, que ya ha anunciado su intención de aprobarlo con o sin el acuerdo de la oposición, que es contraria al documento. El alcade Nadal necesita el voto de Mallol para aprobarlo, pero varias fuentes daban ayer como "muy probable" que se abstenga igual que Martorell y Ortiz, forzados hasta ahora a votar de acuerdo con el equipo de gobierno en el pacto que les permitió mantener sus carteras, y que ahora tras la expulsión sí quedan liberados de aquel acuerdo.

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