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ELECCIONES 2011 | Resultados por provincias

El PSC queda relegado a tercera fuerza en la ciudad de Lleida

CiU gana en todas las capitales de comarca de la provincia

El mapa político de Lleida recuperó ayer el color nacionalista que exhibió hasta 2004, cuando el electorado decidió depositar su confianza en los partidos de izquierda y castigar a la derecha, entonces instalada en el Gobierno central. CiU volvió a ser la fuerza más votada en el conjunto de la circunscripción y recobró el segundo escaño de los cuatro en juego a costa del PSC, que pierde uno de los dos que tenía. El PP mejoró sus resultados, pero no consiguió el segundo diputado que anhelaba. En la capital, el PSC incluso quedó relegado a tercera fuerza, por detrás del PP.

Era previsible que los socialistas se desplomaran arrastrados por el desgaste producido por la crisis, el paro y el desencanto, pero no se esperaba que el avance de CiU fuera tan contundente teniendo en cuenta la contestación social expresada en la calle durante la campaña electoral por los recortes del Gobierno presidido por Artur Mas. CiU arrasó en todas las capitales de comarca y casi todos los municipios de Lleida.

Después de una campaña sin estridencias y huérfana de propuestas, la lista encabezada por la democristiana Conxita Tarruella fue la que consiguió persuadir más al electorado, sumando más del 41% de los votos, 13 puntos por encima del porcentaje logrado en 2008. Los resultados fueron acogidos con euforia en la sede de CiU, donde los más veteranos no recordaban una victoria tan apabullante en unas generales. Tarruella repetirá como diputada en Madrid, donde la acompañará el número dos de la lista, Marc Solsona, alcalde de Mollerussa. "El electorado ha captado nuestro mensaje de que la voz de Cataluña era la única que podía parar la mayoría anunciada del PP", señaló Tarruella.

En la sede socialista, las caras eran de auténtico funeral. La candidata Teresa Cunillera, con cinco legislaturas en el Congreso de los Diputados, fue la gran perdedora de estos comicios. Con el 96,8% escrutado, el PSC había perdido 41.800 votos y no lograba imponerse en ninguno de sus feudos tradicionales.

El castigo a los socialistas se vio con claridad en la ciudad de Lleida, gobernada por Àngel Ros. Con el 99,1% de los votos escrutados, el PSC había sido relegado al tercer puesto, por detrás del PP. Los socialistas solo ganaron en cinco pueblos de Lleida (Es Bòrdes, Canejan, Les, Puigverd de Lleida y Senterada).

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