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¿Pacto de silencio?

En cualquier país mínimamente normal, la edición de un libro en el que se denuncia con nombres, apellidos y todo tipo de detalles, así como con abundante aparato documental, una muy extensa trama de supuesta financiación ilegal de una importante formación política y de presunto enriquecimiento personal ilícito de algunos de sus más destacados dirigentes, hubiese sido objeto de todo tipo de comentarios en los medios de comunicación. También hubiese debido provocar las correspondientes querellas si los personajes denunciados se consideraban calumniados o injuriados, o bien sus inmediatas dimisiones de todo cargo político, ya fuese éste público u orgánico. No obstante, aunque fue publicado a finales del año pasado, y al parecer con un notable éxito de ventas, el libro de Josep C. Vergés Tots els homes de Duran no ha provocado ninguna de estas reacciones, aunque se trata de un muy documentado y al parecer riguroso relato no sólo del tan traído y llevado caso Pallerols, sino también de lo que el autor denuncia públicamente como una muy amplia trama de corrupción económico-política de un histórico partido político de nuestro país, Unió Democràtica de Catalunya (UDC).

Zona del Bogatell, en Poblenou. Las excavadoras proceden al derribo. Pero queda alguna casa vieja, y en ella una larga vida de barrio

Conozco a Josep C. Vergés desde hace ya más de medio siglo, desde nuestros lejanos tiempos de párvulos en la barcelonesa escuela Andersen. Somos amigos desde entonces, a pesar de las discrepancias ideológicas y políticas que hemos tenido siempre. Sé de su profunda honradez intelectual, de su concepción eminentemente ética de la vida, resultado de esa mezcla explosiva que converge en su personalidad, de profundas raíces familiares ampurdanesas, por una parte, y por otra de una muy rigurosa formación académica británica, tanto en la enseñanza primaria como años después, en la Universidad de Cambridge, tras haber sido expulsado de la Universidad de Barcelona por aquel individuo de infausta memoria que fue el franquista rector García-Valdecasas. Por este conocimiento personal tan antiguo que tengo de Josep C. Vergés, he seguido con atención su actividad profesional y política, desde su juvenil militancia liberal en la Esquerra Democràtica de Catalunya (EDC), presidida por el inolvidable Ramon Trias Fargas, hasta su reciente militancia democristiana en UDC. Por todo ello, y a pesar del respeto que siento por esta histórica formación política catalana y por algunos de sus más caracterizados dirigentes y militantes, me resisto a creer que Tots els homes de Duran sea, como algunos pretenden, un puro arrebato sin fundamento ninguno, fruto del despecho de un militante expedientado y al borde de la expulsión de su partido.

Un libro como Tots els homes de Duran apenas ha sido objeto de atención por parte de los medios de comunicación catalanes. Parece como si a su alrededor se hubiese organizado una especie de pacto de silencio, como si se tratase de un libro maldito que hubiese osado romper con los convencionalismos propios de lo que aquí y ahora es el lenguaje políticamente correcto. Me niego a creer que sea así, ya que ello representaría que en Cataluña pervive una concepción patrimonial de la política que poco o nada tendría que ver con la verdadera conciencia cívica democrática.

Después de tanto supuesto periodismo de investigación basado casi siempre en la mera especulación sin otro fundamento que los correspondientes dossieres puestos en circulación interesadamente, que durante algunos años conformaron buena parte del periodismo español, ahora resulta que la publicación de un libro como Tots els homes de Duran pasa públicamente casi en el más absoluto de los silencios, aunque las ventas del libro funcionen aparentemente muy bien. Extraño país este en el que un libro de estas características no es objeto de atención ni polémica, ni tan siquiera por parte de los adversarios políticos del partido y de los dirigentes en él denunciados.

En comentarios privados, algunos han lanzado malévolamente la versión según la cual Josep C. Vergés ha sido utilizado para 'cargarse' políticamente a Josep Antoni Duran Lleida, y por tanto a UDC, en unos momentos particularmente decisivos e importantes, a la espera de la sucesión de Jordi Pujol al frente de la coalición formada entre CDC y UDC, esto es CiU. Una vez más se trata de matar al mensajero, sin entrar de lleno en el auténtico fondo de la cuestión, sin atreverse a enfrentarse de verdad con lo que el libro de Josep C. Vergés denuncia con todo lujo de detalles, con todo tipo de datos, con nombres y apellidos de personajes importantes, con referencias minuciosas de empresas y firmas presuntamente distinguidas con un ilícito trato de favor... ¿A qué viene entonces el silencio sobre este libro? ¿A qué responde el aparente pacto de silencio sobre Tots els homes de Duran?

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Más allá de las acusaciones y denuncias formuladas en concreto en el último libro de Josep C. Vergés, que si están realmente fundamentadas son de una extraordinaria gravedad, me preocupa muchísimo más lo que este aparente pacto de silencio parece dar a entender. Porque una sociedad incapaz de reaccionar ante acusaciones y denuncias tan graves es una sociedad gravemente enferma.

Jordi García-Soler es periodista.

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