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El Parlament recupera por unanimidad el Área Metropolitana de Barcelona

El organismo renace 23 años después de ser suspendido por Jordi Pujol

El Parlament recuperó ayer el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). El gobierno regional volverá a tener plena legalidad tras ser suspendido en 1987 por el Gobierno de Jordi Pujol y sobrevivir desde entonces repartido en tres entidades: la Agencia Metropolitana del Transporte, la Entidad Metropolitana del Medio Ambiente y la Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana. Pujol anuló el gobierno único metropolitano por entenderlo como un contrapeso del PSC en el poder catalán, con un Pasqual Maragall en auge como líder del socialismo tras la proclamación de Barcelona ciudad olímpica.

Estas viejas rencillas se olvidaron ayer, con el propio Maragall como espectador de excepción en el Parlament, flanqueado por sus sucesores en la alcaldía de Barcelona, Joan Clos y Jordi Hereu. Por unanimidad, la Cámara catalana puso fin a la provisionalidad metropolitana y dotó al área de una ley que refuerza el poder del entorno de Barcelona, formado por 36 municipios que agrupan a más de tres millones de personas.

La Cámara dio luz verde a una ley de veguerías que depende del Estado

El principal escollo para el consenso era la presidencia del área, hasta ahora siempre ocupada por el alcalde de Barcelona. CiU, confiada en ganar por primera vez la alcaldía de la capital, pedía que la presidencia fuera, por decreto, para el edil barcelonés, algo de lo que recelaba el tripartito. La fórmula final contenta a todos: será el consejo el que elija a su presidente, aunque Barcelona tendrá un peso clave para decantar la votación, con una fórmula que establece que será necesario el apoyo de los municipios más poblados para elegir al presidente. El Área Metropolitana aunará las competencias que tenía hasta ahora (transporte público, taxi, agua y residuos) y ganará en gestión de urbanismo. La AMB ordenará el territorio a través de un plan director urbanístico metropolitano.

"Históricamente había sido un espacio de enfrentamiento; hoy [por ayer] ha sido una decisión unánime de todo el Parlament", destacó el alcalde de Barcelona y presidente del Área Metropolitana, Jordi Hereu, que aseguró que la nueva ley "permite a la AMB afrontar los retos de presente y de futuro".

La del área metropolitana no fue la única ordenación territorial que se trató ayer en el Parlament. Antes, los diputados debatieron la ley de veguerías, aunque el consenso no fue posible. El tripartito se quedó solo votando el nuevo modelo territorial, que en la práctica solo se verá en el cartel de las sedes de la Diputación de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona. El Parlament dio luz verde a la ley de veguerías, que prevé la división de Cataluña en siete entidades territoriales nuevas que vienen a sustituir las actuales provincias. Sin embargo, hoy solo habrá cuatro veguerías, cuyo consejo de gobierno será efectivo después de las elecciones municipales de 2011. Las otras tres (Terres de l'Ebre, Catalunya Central y Alt Pirineu) dependen de la modificación de las leyes que fijan el régimen electoral y la división territorial española. El Tribunal Constitucional aceptó las veguerías solo como un cambio de nombre de las actuales provincias, y el Consejo de Garantías Estatutarias, el órgano consultivo catalán, aconsejó posponer la ley porque no se ajustaba al Estatuto ni a la Constitución.

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