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Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Pedazo de texto y de montaje

Pedazo de textocon el que Mamet se dio a conocer internacionalmente, y pedazo de montaje, el de Julio Manrique y los suyos. American Buffalo, estrenada en 1975, es una pieza subterránea, en el sentido de que lo que asoma a la superficie puede parecer bien poca cosa. Tres granujas de medio pelo planean, en la tienda de antiguallas y cachivaches de uno de ellos, el robo de una moneda que creen valiosa y, como no se acaban de poner de acuerdo y además son unos chapuzas, al final fracasan. Es decir, una trama sin apenas acción que se desarrolla en un contexto estático y que presenta un conflicto carente de interés, todo ello expresado en unos diálogos repetitivos de frases inacabadas y groseras. Sin embargo, por debajo de esta aparente pobreza, se desatan una serie de refracciones o de corrientes emocionales que convierten la obra en una tragedia clásica de carácter universal, al menos en nuestra sociedad capitalista, pues los tres tipos no son sino el reflejo de cualquiera que se dedique a defender sus argumentos en la sala de juntas de una empresa. Y es que cada uno de ellos, por cutre que sea, no deja de tener y de regirse por sus propios principios.

AMERICAN BUFFALO

De David Mamet. Dirección: Julio Manrique. Intérpretes: Ivan Benet, Marc Rodríguez, Pol López. Teatre Lliure. 14 de enero.

American Buffalo trata de la amistad y los negocios, de la moralidad de los individuos y de su traición, del mundo de los hombres, en masculino. Y después está el lenguaje. Porque Mamet plasma el habla de la calle con un realismo casi lírico que hace que sus personajes trasciendan esa sórdida realidad que les rodea para llegar hasta nosotros. Y aquí, Cristina Genebat, traductora de la pieza al catalán, se apunta la primera gran baza de la propuesta: qué natural suena su versión, qué bien fluye incluso a través de la fragmentación, de esas proposiciones inarticuladas con las que los personajes se expresan. Julio Manrique ha querido explicar el texto sin añadidos ni innovaciones. Lo cierto es que no hacen ninguna falta, porque está claro que la pieza sigue funcionando y pegando con toda su fuerza. El Teach de Marc Rodríguez es el que da los puñetazos, ¡qué buen trabajo el suyo!; Ivan Benet no se queda corto con su Don, que viene a ser como el punching en boxeo, que no se deforma, y ojo con el joven Pol López, un Bob que recibe literalmente los golpes del primero mientras ve resquebrajarse su relación con el segundo.

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