Prestigiar al Dalí más polémico

La Fundación Gala-Salvador Dalí considera que ha llegado el momento de reafirmar el prestigio del pintor ampurdanés en el campo de la obra gráfica, sin duda, la más polémica y rodeada de escándalos y rumores relativos a las falsificaciones y ediciones incontroladas que empañaron su imagen en los últimos años. Por ello, la nueva exposición temporal, Alchimie des philosophes, que podrá verse en el castillo de Púbol (Baix Empordà) hasta finales de diciembre está dedicada por primera vez a su obra gráfica y permite evaluar los resultados de un trabajo de investigación que la Fundación inició en 2002 con la Universidad de Barcelona.

La exhibición divulga uno de los libros objeto o libros de artista más importantes realizados por Dalí al final de su carrera: Alchimie des philosophes, una edición que combina estampas con antiguos textos de alquimia de las tradiciones china, hebrea, árabe y griega y del que se realizaron 275 copias. En la sala de exposiciones de Púbol puede contemplarse un ejemplar del libro y 10 grabados en los que el artista plasma toda su iconografía al servicio de la técnica gráfica. Como curiosidad, destaca la posibilidad de ver las planchas originales que se utilizaron para estampar la edición y que son uno de los pocos casos en que se conserva este tipo de material en la institución daliniana, además de las herramientas de punta seca con las que el pintor realizó los dibujos.

"La exposición reivindica la parte más seria, rigurosa y científica de su obra gráfica, que además, es poco conocida y estudiada", afirma Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos.

Grabados, litografías y serigrafías representan una parte importante en la producción artística daliniana, tanto por volumen como por calidad, según defienden los expertos. "Dalí es maestro en todas las artes y en sus grabados late el hombre de letras, el científico, el místico, el transversal", opina el crítico de arte Daniel Giralt-Miracle, encargado de inaugurar la exposición de Púbol. Miracle también defiende la "profesionalidad" de Dalí y su gran conocimiento de las artes gráficas. "Le encantaba trabajar con los estampadores, editores, encuadernadores. Además, era un experto en tipos de papel".

A través de la exposición se descubre el interés de Dalí por el filósofo mallorquín Ramon Llull -a quien está dedicada la portada del libro Alchimie des philosophes, realizado en pergamino y con incrustaciones de mercurio- y por los saberes ocultos de la alquimia y la astrología. Mitos como la piedra filosofal, la transmutación de los metales en oro y la búsqueda de la inmortalidad enlazaron de lleno con los intereses vitales y artísticos del genio surrealista.