_
_
_
_
_
Reportaje:

Psicosis de desabastecimiento

Los conductores dejan secas buena parte de las gasolineras

"Pedimos que no cundiera el pánico, que se consumiera lo mismo de siempre. Tranquilizamos a la gente, dijimos que ya nos encargaríamos de crear una red de emergencia. Muchas gasolineras se habían preparado, pero nadie nos ha hecho caso. Ya es tarde para poder organizar nada en absoluto". Manuel Amado, presidente de la Federación Catalana de Estaciones de Servicio, se lamentaba ayer de la prudencia extrema de que han hecho gala los conductores catalanes a la hora de llenar el depósito por temor a que la huelga de transportistas les dejara sin gasolina.

Este celo, traducido en colas en las gasolineras, dejó desabastecida a alguna de ellas en Cataluña ya desde el domingo por la tarde. Fue el caso de la que hace esquina entre las calles de París y Urgell, en Barcelona. Pero los carteles de no hay carburante empezaron a abundar, como un contagio en cascada, a partir de la mañana de ayer. A mediodía ya no se podía repostar en la de Aragó esquina Casanova. Y eso que, ante la creciente demanda registrada desde el pasado sábado, ésta se había apresurado a hacerse acopio el domingo de la cuba correspondiente al lunes. De poco sirvió.

El Gobierno catalán pide calma y afirma que no admitirá "intentos de colapso"
La falta de frutas, verduras y pescado podría notarse a mitad de semana
El colectivo de taxistas estudia sumarse a la protesta del gasóleo
Más información
Las farmacias pudieron ser abastecidas sin problemas
Piquete encendido en el polígono
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

A primera hora de la tarde, el sector estimaba que el 40% de las 1.714 estaciones de servicio de la comunidad catalana estaban desabastecidas, cifra que la federación estimaba que superaría entre el 50% y el 60% por la noche. De media, una estación sirve entre 8.000 y 10.000 litros al día. Las de Tarragona eran las que registraron, comparativamente, menores problemas de desabastecimiento, según la patronal del sector.

Ante el peligro de que las gasolineras se quedaran secas, los Mossos d'Esquadra escoltaron algunos camiones de combustible a algunas estaciones. Una decena de departamentos y organismos del Gobierno catalán se reunieron ayer dos veces para poner en marcha un plan para garantizar el abastecimiento de combustible en todas las zonas. "No admitiremos ningún intento de colapsar el país", afirmó el secretario general de Interior, Joan Boada.

El combustible para vehículos, servicios básicos y transporte público, que a partir de hoy podría verse con dificultades, serán las dos prioridades del Ejecutivo. No obstante, el objetivo es la normalidad, y para ello varios departamentos de la Generalitat se volvieron a reunir anoche para asignar los recursos necesarios a varios ámbitos: garantizar que los periódicos lleguen a los quioscos, que las industrias puedan recibir las piezas que necesitan para seguir con su fabricación y que los ciudadanos puedan circular con los menores impedimentos posibles.

Boada pidió calma a la ciudadanía y afirmó que de momento no hay peligro de desabastecimiento de alimentos. "Se puede aguantar tres o cuatro días", sostuvo. Éste es el margen que da Mercabarna, la central de abastos de Barcelona, para garantizar el suministro habitual.

A pesar de que tanto la patronal de grandes superficies Anged como la Confederación de Comercio de Cataluña (CCC) aseguraron que el abastecimiento es "absolutamente normal", los mayoristas advirtieron de que sólo tienen género para cuatro o cinco días.

El presidente del Gremio de Fruta y Verdura Fresca de Mercabarna, Cassimir Llorens, explicó que hoy mismo podría haber falta de verdura fresca, tomates y algunas frutas, mientras que "en tres o cuatro días" la situación podría ser más crítica.

Igualmente, el presidente de los mayoristas de pescado, Leandre Serra, aseguró que también a partir del jueves podría haber complicaciones en el abastecimiento de pescado.

La protesta por el encarecimiento traerá más cola. Algunos taxistas de Barcelona comentaban ya, al ser preguntados sobre el impacto del paro, que "en cuanto las gasolineras se quedaran secas, se sumarían a los paros", explicaba uno de ellos en tono airado.

El Sindicato del Taxi de Cataluña (STAC) decidió anoche llamar a otras organizaciones representativas del sector a una reunión para decidir si el colectivo se suma o no a las protestas por la escalada del aumento del precio del carburante.

El presidente del STAC, Miguel Tomàs, no se mostró partidario de un paro indefinido, sino de acciones "limitadas" que duren, como máximo, 12 horas. A la reunión, prevista para hoy, están llamados a acudir el Grupo de Taxistas Independientes (GTI), el Sindicato de Taxistas Autónomos de Barcelona (STAB) y el Gremio Unión de Taxistas (GUT) de Barcelona.

La huelga del transporte fue seguida por "más del 90% del sector", según Evaristo Magaña, que hablaba en nombre de la organización ASTAC Condal, una de las que en Cataluña apoyan la huelga indefinida, junto a otras: AGTC-Fenadismer, FS Trade-CC OO y ANEAC. Todas ellas se reunieron con el Gobierno catalán para abordar sus problemas y reivindicaciones.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_