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Ribó, Albiol y los inmigrantes

El alcalde reprocha al 'síndic' que no se le avisara de una inspección a la policía local y este dice que le ampara la ley

El alcalde de Badalona, el conservador Xavier García Albiol (PP), y el síndic de greuges, Rafael Ribó, se enzarzaron en una dura polémica tras la inspección realizada ayer por el departamento que dirige el segundo en las instalaciones y a los procedimientos de la policía local de Badalona. La inspección del Síndic de Greuges se produjo un día después de que la policía local, junto con los Mossos d'Esquadra y el Cuerpo Nacional de Policía, realizara una redada en la que fueron detenidos siete inmigrantes sin papeles.

García Albiol reprochó ayer a Ribó que se presentara "sin previo aviso" a inspeccionar las instalaciones, hecho que que el regidor considera "lamentable". Añade García Albiol que, por cortesía institucional, el síndic debía haber avisado al alcalde y al Defensor de la Ciudadanía de Badalona.

Ribó, tras conocer la nota del regidor, contraatacó con un escueto y contundente comunicado en el que infomaba a García Albiol de que sus funciones están amparadas por el Estatuto de Cataluña, la Ley del Síndic y el protocolo de la ONU contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, lo que le permite hacer visitas sin aviso previo.

El alcalde consideró que el hecho de que la inspección de produjera un día después de la redada contra los sin papeles era "estéticamente inconveniente, ya que (...) acentúa la impresión de que existe desconfianza del Síndic hacia la Guardia Urbana de Badalona y hacia el gobierno de la ciudad". García Albiol consideró "exagerado" que Ribó hubiese querido hablar con un detenido y reivindicó que en Badalona se garantizan los derechos de los detenidos y que la policía local no se dedica a practicar detenciones indiscriminadas ni a torturar a nadie.

Las críticas a García Albiol, que gobierna en minoría, también le llegaron de la oposición. Ferran Falcó, líder del grupo de CiU en Badalona, replicó al alcalde y defendió la actuación del Síndic. Según Falcó, la visita de inspección a la policía local "es consecuencia de la frivolidad con la que el gobierno local difunde su política de seguridad". Por ello, Falcó emplazó al alcalde a "dejar de querer ser el protagonista y evitar que las acciones de los profesionales de los cuerpos de seguridad sean vistas como operaciones de propaganda política".

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