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Ryanair tensa la cuerda con la Generalitat y reduce a la mitad sus vuelos en Girona

Cristina Delgado

Ryanair mantiene el pulso con el Gobierno catalán. Si hace menos de un mes anunció que dejaría el aeropuerto de Reus sin vuelos a partir del otoño, ayer aseguró que reducirá su actividad en el de Girona a la mitad. La Generalitat no le ofrece un trato "competitivo", es decir, subvenciones tan cuantiosas como desearía para mantener toda su actividad. Por eso ha decidido que menguará: se llevará tres de sus seis aviones.

Tras el recorte de actividad, en octubre pasará de ofrecer 46 rutas a 25 en el aeropuerto de Girona, donde opera casi en solitario. Afirma que reducirá los pasajeros transportados de 2,6 millones a 1,3 millones. Si la irlandesa cumple su amenaza, lejos quedarán los récords de 2007, cuando Ryanair tenía en esa base 11 aviones y por el aeropuerto pasaban cinco millones de personas.

El vicepresidente de la aerolínea de bajo coste, Michael Cawley, no escondía ayer que su intención es forzar el acuerdo a golpe de chantaje. "Hay cientos de aeropuertos en Europa, pero solo una aerolínea que pueda hacer funcionar el de Girona", afirmó el directivo. La propuesta de la Generalitat y las entidades locales de Girona, que consiste en una subvención de 7,5 millones de euros al año además de terrenos para un hotel, un hangar y una escuela de azafatas, no les convence. "No queremos terrenos para nada", sentenció Cawley. Aseguró que lo que pactaron con el anterior Gobierno tripartito (un preacuerdo que el actual Gobierno decidió revisar) sí les convencía.

Cawley no quiso clarificar ningún precio exacto por el que estarían dispuestos a volar. "Nunca comentamos los términos de las negociaciones", insistió. La propuesta del tripartito, explicaron ayer fuentes de la Generalitat, era similar a la que hay ahora encima de la mesa, pero incluía la exención de pagar tasas en el aeropuerto, que el nuevo Gobierno no quiere ofrecer porque es ilegal.

El vicepresidente de Ryanair repartió reproches. Dirigidos al Gobierno, al que acusó de pagar tarde las subvenciones en Reus, de ser irresponsable al romper el preacuerdo del anterior Ejecutivo y de "regalar 20 millones a Spanair, una aerolínea en quiebra". Por su parte, el director general de Transportes de la Generalitat, Ricard Font, negó que las acusaciones fueran ciertas. Señaló que ayer Ryanair confirmó sus "sospechas": quiere centrarse solo en el aeropuerto de El Prat y por eso pone excusas y exige 15 millones de euros de subvención anual. La compañía, señaló Font, es la única que incumple sus promesas.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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