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Reportaje:

Santiago Dexeus deja Dexeus

El ginecólogo, obligado a dejar la clínica tras un enconado conflicto con los socios

Milagros Pérez Oliva

Ha sido como un divorcio al final de un largo matrimonio. Un divorcio traumático y desagradable. El ginecólogo Santiago Dexeus i Trias de Bes ha abierto una consulta en la clínica Tres Torres de Barcelona después de haber sido obligado por sus socios a dejar la clínica que lleva su nombre y que fundó su padre. La ruptura ha sido tan enconada que el pasado 22 de diciembre, cuando iba con su coche a aparcar en el hospital, se encontró con que su pase había sido inhabilitado y tampoco podía entrar en su despacho. Las pacientes que desde entonces llaman para concertar visita son informadas de que el ginecólogo "cesó su práctica asistencial", por lo que se les ofrece la posibilidad de visitarse con otro médico.

El ginecólogo abre consulta en la clínica Tres Torres y va a los tribunales
Los socios se acogen a una cláusula de jubilación forzosa de los estatutos

La escisión se ha producido después de más de un año de tensiones entre Santiago Dexeus y algunos socios, en especial Pere Nolasc Barri, responsable de la parte de reproducción asistida. El conflicto ha coincidido con el traslado de la clínica Dexeus del paseo de la Bonanova a las nuevas instalaciones del hospital construido por la sociedad USP junto al paseo de Carlos III.

USP-Institut Universitari Dexeus ha sido totalmente ajena al conflicto. La sociedad, de matriz norteamerciana, compró en 1998 la marca Dexeus y su presidente, Gabriel Masforroll, ha tratado de mediar entre las partes enfrentadas, pero sus esfuerzos no han logrado evitar la ruptura.

USP es la propietaria del hospital, pero la asistencia la prestan diferentes sociedades que mantienen con el centro un contrato de exclusividad. El conflicto se ha producido en el seno de Consultorio Dexeus, SA, que engloba a 270 trabajadores y se ocupa de toda la división de ginecología, obstetricia y reproducción asistida.

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Esta sociedad, madre de todo el desarrollo Dexeus, se rige por unos arcaicos estatutos ideados por su fundador, Santiago Dexeus Font, que regula la forma de acceder y repartirse la propiedad. Uno de sus puntos fija la jubilación obligatoria de los socios a los 65 años, una cláusula hoy obsoleta pues a los 65 años un médico está en perfectas condiciones de ejercer. La jubilación de un socio implica que el resto se reparte la representación que queda vacante y el jubilado es compensado según unos baremos.

Cuando Santiago Dexeus, artífice del extraordinario desarrollo de la clínica fundada por su padre, cumplió 65 años en 2000, los socios acordaron pasar por alto la cláusula de jubilación y permitir su continuidad al frente de la clínica "por su actividad asistencial, su producción científica y su representación social", según consta en un contrato que se ha ido renovando cada dos años.

Junto con Santiago Dexeus eran socios propietarios de la clínica Pere Nolasc Barri, Ramón Labastida, José Mallofré y Rafael Fábregas, todos ellos ginecólogos, pues éste es un requisito que exigen los estatutos para formar parte de la sociedad. Anteriormente se habían jubilado Josep Maria Carreras y Alfonso Fernández Cid.

Según la versión de Santiago Dexeus, el problema surge cuando Barri y él se dan cuenta "de que la clínica ha crecido tanto que necesita un nuevo planteamiento profesional y, sobre todo, gerencial". El traslado al nuevo hospital era la oportunidad para esa reordenación y también para darle un impulso con la incorporación de un nuevo socio capitalista. Para ello los socios decidieron pedir una tasación del valor de la empresa. Consultorios Dexeus fue valorada en 15 millones de euros, cifra que diversas fuentes consultadas consideran exagerada, pero que sobre el papel abre a los socios la posibilidad de obtener cuantiosos ingresos en caso de vender su parte. Santiago Dexeus posee el 23%. Si se jubila un socio, el resto aumenta su participación.

Aunque hace cuatro años decidió apartarse de las tareas de gestión y renunció a la dirección de la clínica en favor de Barri, no tenía ninguna intención de jubilarse. Con ocasión del traslado, algunos de los socios expresaron la intención de vender su parte a un eventual socio capitalista, con la condición de que se les pagara el precio de la tasación. Ahí comenzó el conflicto. La cuestión que se dirimía era quién se quedaría en la clínica y con qué participación. Ante la imposibildad de acuerdo entre Dexeus y Barri, el primero planteó escindir la sociedad en dos, es decir, un divorcio amistoso: por un lado, la ginecología; por otro, la reproducción asistida. Pero Barri lo rechazó y los socios hicieron valer la cláusula de jubilación: Dexeus debía irse ya, al precio fijado en los estatutos.

Eso fue en 2006. Desde entonces, Santiago Dexeus confiesa haber vivido "dos años y medio espantosos, con cartas ofensivas y humillaciones intolerables". La cláusula de jubilación va en su contra, pero ha decidido acudir a los tribunales. Pere Nolasc Barri, mientras tanto, evita el enfrentamiento público. Pese a la insistencia para que aportara su punto de vista, ayer se limitó a decir: "Considero que la situación es muy lamentable. Por respeto a la figura de Santiago Dexeus, no quiero hacer ningún comentario".

Intereses económicos y familiares

En el entorno del equipo de Pere Nolasc Barri se alega que el conflicto se ha producido porque, a diferencia de su hermano José María, Santiago Dexeus no ha sabido afrontar la renovación generacional. A nadie se le oculta, sin embargo, que el conflicto tiene un trasfondo económico con ramificaciones generacionales. Una de las cláusulas de los arcaicos estatutos establece que para ser miembro de Consultorio Dexeus, SA, se requiere ser ginecólogo y existe además una fundación a la que se entra por cooptación. Tanto Dexeus como Barri tienen un hijo ginecólogo que trabaja en la clínica. Barri tiene, además, una hija que dirige las relaciones públicas.

USP compró en 1998 todos los derechos de la marca Dexeus y por tanto el hospital inaugurado en julio de 2007 continuará llamándose USP-Instituto Universitario Dexeus. Además del de ginecología y obstetricia, el hospital alberga otros servicios importantes, como los de traumatología y oncología.

Pero un conflicto que termina en ruptura y portazo de quien le ha dado el prestigio y el nombre no le va a sentar bien a la institución. Por eso Gabriel Masforroll, presidente de USP, ha intentado mediar y evitar la ruptura entre los socios.

Al no conseguirlo, ha intentado retener al ginecólogo en la propia USP-Instituto Dexeus: "Es un hombre muy valioso científica y humanamente. Hace unos días le ofrecí continuar como presidente de nuestro comité científico y vicepresidente del Consejo de Administración, pero lo ha rechazado". Santiago Dexeus agradece a USP el trato recibido. Mientras monta su nueva consulta en la clínica Tres Torres, muchas pacientes reclaman a Consultorio Dexeus sus historias clínicas. El asunto se acabará dirimiendo en los tribunales. "Ahora lo que pido es que me dejen trabajar en paz", dice dolido.

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