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Reportaje:Mercè 2007

Sensualidad y gentío

Los grupos locales dominaron en la segunda jornada del BAM

Todavía resonaban en la cercana Via Laietana los últimos estallidos del correfoc cuando, con encomiable puntualidad, Pietra Montecorvino se apoderó del escenario de la avenida de la catedral. Eran exactamente las 23 horas. Cinco minutos después la nutrida asistencia estaba ya rendida a sus pies y cuando el concierto acabó, pasada la medianoche, el entusiasmo era la nota predominante. La voz profunda, como un taladro penetrante, de la actriz y cantante napolitana desencadenó la erupción de un verdadero volcán de sensualidad que se lo llevó todo por delante; nadie pudo resistirse.

Fue un gran concierto de fiesta mayor que, una vez más, reunió a un público sumamente variopinto que desbordó las previsiones de sillas lo que animó al baile a más de uno. Este año el escenario de la catedral ha abandonado su ubicación habitual para colocarse de espaldas a la Via Laietana y la nueva situación se mostró magnífica y mucho más aireada.

Mientras, en la cercana plaza de Sant Jaume, dedicada a los conciertos de folk, destacó la actuación de los eslovenos de Terrafolk, que ofrecieron una verdadera lección de musicalidad y capacidad de comunicación convirtiéndose en uno de los descubrimientos que recordar de esta Mercè. Antes había actuado Xazzar, una bisoña banda barcelonesa que apuntó posibilidades en los temas rítmicos, pero que se estrelló en los tiempos más calmados.

De hecho, la noche había estado marcada, además de por la masiva participación, por el protagonismo de las bandas locales, especialmente en los escenarios del BAM. Artistas como Sidonie, Love Of Lesbian, Mendetz y Ojos de Brujo, éstos programados por la Cadena 100 en el Fórum al margen del festival, consiguieron ser al menos por una noche profetas en su tierra.

Bandas nacionales como el singular grupo cordobés Prin' La La, que bordó un concierto de espíritu preciosista y aires infantiles en el apacible escenario de la plaza de Joan Coromines, también se sumaron, aunque con modestia, a la fiesta de la música barcelonesa. Poco más allá, la plaza Reial acogió un cumpleaños muy especial, el de la sala Sidecar, que celebró la fiesta de su 25 aniversario invitando a Sidonie para que presentaran su último disco, La Costa Azul, en una fecha en la que el grupo celebraba a su vez 10 años de historia iniciada precisamente en el BAM.

En el Fórum, el gentío se lo llevaron Ojos de Brujo. Con un concierto largo en el que no olvidaron casi ningún éxito, el colectivo más internacional de Barcelona refrendó su éxito ante el público de a pie, ese público de fiestas y radio de consumo que a la postre es el que convierte en masivos a grupos que no tienen la voluntad de serlo. Un poco más lejos, y solapándose con Ojos de Brujo, Love Of Lesbian, más producto local, certificaban los hallazgos melódicos de su último disco, el más que recomendable Cuentos chinos para niños del Japón. Más tarde los también locales Mendetz arrasaron con su pop anglosajón ante un gentío que ya embocaba en final de la noche.

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