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La Sindicatura halla anomalías en la mayor parte de las ayudas de Cultura

El ICIC no ha cobrado 1,99 millones de los 5,3 que prestó a empresas en 2005

La Sindicatura de Cuentas presentará hoy en el Parlament un extenso y crítico informe sobre el funcionamiento del Instituto Catalán de Industrias Culturales (ICIC), dependiente del Departamento de Cultura. La fiscalización corresponde al año 2005, cuando la socialista Caterina Mieras dirigía Cultura y Xavier Marcé, el ICIC. Las irregularidades son de tal calibre que la Sindicatura ya ha anunciado que remitirá el informe al Tribunal de Cuentas para que tome las medidas correspondientes tras haber detectado graves "anomalías contables", ya que el organismo catalán carece de competencias para tal fin.

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Las irregularidades son de dos tipos. Las primeras se refieren a las denominadas "aportaciones reintegrables", una especie de créditos que se conceden a empresas del ámbito cultural, a excepción de las del sector audiovisual. Y las segundas corresponden a las subvenciones de carácter directo, es decir, a fondo perdido. La Sindicatura también reprende al ICIC por su discrecionalidad en la contratación de personal interino.

- Aportaciones reintegrables. Desde 2002 hasta 2005, el Instituto Catalán de Industrias Culturales concedió 5,3 millones de euros en este tipo de ayudas a diferentes empresas. Las compañías beneficiarias debían retornar un porcentaje de esta especie de crédito en función del éxito que había tenido el proyecto, por ejemplo el número de copias vendidas de un disco o las de determinado espectáculo.

De estos 5,3 millones de euros, la Generalitat todavía tiene pendientes de cobro 1,99 millones. Incluso, en algunos casos, el ICIC ni siquiera ha iniciado los trámites para su recuperación. En otros, convirtió este tipo de créditos en una subvención a fondo perdido, una práctica que la Sindicatura considera una "anomalía contable" y por este motivo envía la denuncia al Tribunal de Cuentas.

La Sindicatura, entre otros, cita el ejemplo de una empresa que recibió 225.000 euros para poner en marcha una escuela municipal por Internet. En 2007, la compañía se declaró insolvente y el ICIC tan sólo pudo recuperar 6.000 euros. Los restantes 219.000 euros, Cultura los reconvirtió en subvención. El informe de la Sindicatura denuncia que el crédito se concedió "de forma directa, sin avales y sin fijar un porcentaje mínimo de devolución".

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- Subvenciones directas. El ICIC otorgó en 2005 un total de 2.660 subvenciones, de las cuales la Sindicatura ha analizado una muestra representativa de 129. El informe evidencia el descontrol en su concesión. Por ejemplo, las subvenciones superiores a 300.000 euros eran aprobadas por el consejo de administración del ICIC, cuando debía hacerlo el Gobierno de la Generalitat. En el 44% de los expedientes superiores a 100.000 euros, la Sindicatura ha detectado irregularidades, sobre todo por la falta de justificación de gastos por parte del beneficiario. Asimismo, el ICIC concedió de forma discrecional nueve subvenciones de más de 100.000 euros y cinco por un importe inferior sin que conste la solicitud correspondiente. La Sindicatura también denuncia que una ayuda fue tramitada directamente desde la conselleria en cap.

Cultura señaló en sus alegaciones que cumplió con la legislación vigente y que solicitó informe a los servicios jurídicos para redactar las bases de préstamos y subvenciones.

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