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Sony sostiene que se queda corta con los 275 despidos

La firma, paradójicamente, dice que podría salvar 86 puestos

Sony, que acaba de presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) para echar a 275 trabajadores de la planta de Viladecavalls, se está especializando en marear a los sindicatos y a la Administración. En la memoria que justifica el ERE, a la que ha tenido acceso este diario, dice que la cifra de despidos se queda corta, que "la medida solicitada es notoriamente inferior a la que se derivaría de la carga de producción prevista para 2009". Pero a renglón seguido asegura que si la plantilla acepta sus condiciones, que, asegura, son básicamente las que marca el convenio del metal para la provincia de Barcelona, 86 trabajadores de los 275 "podrían mantener su contrato de trabajo". La firma tiene 1.200 trabajadores fijos.

En 2007, obtuvo 24 millones de beneficio en España, pero quiere ganar más

En el documento, Sony también se compromete a "deducir" de la cifra inicial de despidos a aquellas personas que hayan abandonado la empresa a través de bajas incentivadas y prejubilaciones entre julio y el 31 de diciembre, y que cifró en 40 el pasado lunes. Los sindicatos aseguran que el compromiso inicial de la empresa era tener en cuenta todo 2008. Y desde enero, se han marchado un centenar de trabajadores.

Fuentes de la Generalitat y cercanas a Sony insisten en que la compañía quiere utilizar el ERE como medida de presión para conseguir sus propósitos: la congelación salarial durante dos años para los trabajadores que cobran más de lo que marca el convenio del metal para la provincia de Barcelona (entre 1.145 y 1.352 euros brutos al mes, en función de la categoría), la reducción salarial en un máximo del 15% para los que estén el 20% por encima, aumentar la jornada anual en 22 horas durante los dos próximos años y tener 104 horas al año de flexibilidad para interrumpir o suspender el trabajo.

La previsión de ventas de Sony para el año que viene, "y posiblemente para 2010, arroja niveles equivalentes a 2008", asegura la multinacional en la memoria. En el ejercicio fiscal de 2007 (que finalizó en marzo de 2008), fabricó dos millones de televisores y ganó 24 millones de euros, el 25% de los beneficios acumulados en los últimos cinco años: 91 millones de euros, según datos del Registro Mercantil, que revela que en 2007, la remuneración del consejo de administración y de los directivos de Sony rozó el millón de euros: 935.000 euros. Sony lidera el mercado de los televisores de pantalla plana en España y Europa con una cuota superior al 15%, según el sector.

La multinacional reconoce que tiene beneficios -alega causas técnicas y organizativas-, pero quiere ganar más. Asegura que si no reduce los costes, "el problema inmediato es la permanencia de la fábrica" de Viladecavalls. Explica que la gran amenaza es el traslado de la producción a Europa del Este, donde los costes laborales son el 65% inferiores, y que la diferencia de costes entre las plantas catalana y eslovaca (en Nitra) "arrojó en 2007 una pérdida interna de 26 millones de euros en contra" de la barcelonesa.

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