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AGENDA

Historia de una renuncia

El universo del creador Joaquín Torres-García fue siempre de una amplitud y de una potencia cuya reverberación todavía puede captarse en la obra de muchos de sus alumnos en activo. Esa capacidad de proyección artística tuvo un alimentador básico. Su compañera de toda la vida, Manolita Piña, fue quien actuó como puntal de la itinerante trayectoria de Torres García, con quien se casó en 1909. El centro cultural Fundació Caixaterrassa (Rambla d'Egara, 340) presenta la exposición Manolita Piña de Torres-García (1988-1994), un homenaje desde la ciudad donde la pareja residió en uno sus múltiples asentamientos vitales.Manolita Piña entró como alumna de Torres-García, pero al casarse dejó la labor artística. En el célebre taller actuó con instinto comprensivo y maternal en situaciones cotidianas, pero delicadas, como cuando Torres-García tenía que poner objeciones al trabajo de sus alumnos. La exposición recoge piezas de Manolita Piña como Figura al jardí, una témpera sobre cartón de 1904. Junto a varios óleos, con el paisaje como tema, también se presentan xilografías realizadas por la artista.

Pero el grueso de la exhibición se centra en la aportación de otros creadores que, inspirados por la personalidad de Piña, presentan sus obras. Entre ellos están Elsa Andrada, Julio Uruguay Alpuy, Francesc Todó, Adolfo Nigro y Mario Carreño. La exposición permanecerá abierta hasta el 3 de diciembre.-

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