_
_
_
_
_
Reportaje:

Cuando Tricicle empezó a pedalear

El trío celebra sus 30 años con quejas al 'milieu' teatral

Jacinto Antón

El grupo Tricicle brindó ayer por sus 30 años de existencia -"que no es poco"- en el lugar en el que empezaron a pedalear en su carrera artística. El pequeño, entrañable e incombustible café teatro Llantiol, un lugar digno de Lenny Bruce en la callecita de la Riereta, en pleno Raval, fue el escenario de la celebración, en la que Carles Sans, Joan Gràcia y Paco Mir rememoraron sus inicios, contaron anécdotas, hablaron del futuro (proyectan seguir juntos hasta el 50º aniversario) y no dejaron de hacer un montón de muecas, como era preceptivo. También se quejaron de cómo les trata el milieu (el entorno teatral catalán), a ellos, que se consideran los últimos "independientes de verdad". El trío no reivindica actuar en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) o el Lliure, "pero otra cosa es el reconocimiento", algo que creen que no se les tributa. Sopesaron si están "tocados", "moscas" o "decepcionados" ante un sector segmentado en "clanes" y en el que las ayudas están "descompensadas" y las concentran, dijeron, el teatro público (TNC y Lliure), "en el que actúan siempre los mismos", y un privado (Focus) "que no lo parece". ¿Dolidos? "No, pero nos sentimos desaprovechados".

En el minúsculo escenario, frente a dos carteles de Tricicle, el viejo de Manicòmic (espectáculo que recogía muchos de los primeros sketches del grupo) y el nuevo de Garrick, su último montaje, que vuelve ahora, el 7 de octubre, al Poliorama, el trío bosquejó alguno de sus números célebres . Con motivo del aniversario, Tricicle añadirá un número sorpresa a Garrick, como bis, que recogerá "en 300 segundos los 30 años del grupo". Al mismo tiempo, publicarán una Enciclopedia Tricicle en clave de humor, un aperitivo de la cual ya puede consultarse en Internet.

Tricicle nació en 1979 al decidir crear una compañía de mim i gags tres compañeros de las clases de la escuela El Timbal: Sans, Gràcia y Miquel Rimbau. Cuenta la leyenda que se estrenaron el 1 de noviembre en Breda y que su primer cachet fue una cena a base de conejo (es un hecho que no se trataba del célebre killer rabbit of Caerbannog, la peligrosa bestia de Spamelot). Ese día una amiga decidió el nombre de la compañía.

No obstante, la andadura del Tricicle como lo conocemos, con sus tres espadas, arrancó al año siguiente en el Llantiol, que fue donde el grupo, durante tres años, a 1.000 pesetas la noche, veló realmente sus armas y se batió el cobre con el público, por no hablar de que aquí la quiromántica Antonia les predijo que triunfarían y cruzarían el charco. "Llantiol fue nuestra verdadera escuela. Actuar en este escenario nos dio el sentido del ritmo de los gags: no podías perder un segundo porque la gente se enfrascaba otra vez en sus copas".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_